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En Cuba los economistas no pintan nada, decide el gobierno
Por Pedro Monreal (El Estado como tal)
La Habana.- El funcionariado cubano percibe al economista que analiza y propone políticas económicas de manera no oficial como alguien quizás con capacidad para decir cosas relevantes. Sin embargo, no amerita ser escuchado.
Es problemático que la Asociación Nacional de Economistas y Contadores (ANEC) crea que es efectiva como entidad supra coordinadora de la producción, circulación y materialización de ideas económicas del país. Nunca lo ha sido. No hay evidencia de que pueda serlo ahora.
Los economistas no son los responsables de la definición de los objetivos de política económica. Tampoco la deciden, ni pueden cambiarla. El diseño, aplicación y control de la política económica es responsabilidad 100% del gobierno.
Los economistas son útiles para analizar, proponer instrumentos, secuencias, retroalimentación, monitoreo y evaluación. Pero eso requiere libertad de pensamiento y espacios de comparación y confrontación respetuosos de la diversidad. La ANEC no tiene ese mandato.
El reto principal de la Economía en la política pública no es lograr que los funcionarios “escuchen”, y quizás adopten, un compendio específico de análisis y propuestas. Esto ocurre en el caso de las “comisiones” y “grupos de trabajo”.
El reto fundamental de la Economía es asegurar que esté disponible públicamente el más amplio espectro posible de ideas. Estas ideas pudieran informar las decisiones de los funcionarios. Algo que no es parte de la “misión” de la ANEC en relación con la política económica interna.
