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EL REAL MADRID SALVA UN PUNTO EN UN PARTIDO QUE ECHA MÁS LEÑA AL FUEGO ARBITRAL

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Por Yoyo Malagón ()

Madrid.- Dos narizones no se pueden besar. Y si lo hacen, será con mucho trabajo. Y no lo digo por el Real Madrid, cacique en la capitán española y en España, por los tiempos de los tiempos, y el Atlético de Madrid, un segundón que disfruta sacar un punto en campo contrario como si levantara un trofeo.

Lo digo por la cúpula blanca y el Comité Técnico Arbitral, cuyos integrantes ya no saben qué hacer. Y cómo no saben que hacer desde las oficinas y mucho menos desde el campo – sin mencionar al VAR, por supuesto- se la aplicaron al equipo blanco en el derbi, recién finalizado en el Santiago Bernabéu.

Un pisotón sin balón en juego -porque ya había pasado-, sin intención, sin mirar, sin más, con el jugador de espalda y el otro que no fue a por la pelota metió el pie debajo, y aunque el principal, César Soto Grado, que estaba muy cerca no lo vio, desde el VAR lo alertó Ricardo de Burgos bengoechea, y pena máxima.

Julián Álvarez engañó a Courtois, se adelantó el Atlético, que, de pronto, se vio líder con dos puntos por delante de los blancos.

Las televisoras se posicionaron, dijeron lo que quisieron, hicieron conjeturas, vieron una roja en una entrada de Dani Ceballos que no fue para tanto, solo para la amarilla que vio, y nada más.

El Madrid salió enchufado para la segunda parte y cinco minutos después Mbappé puso el empate al recoger un rechace en un balón que había disparado un instante antes Jude Bellingham.

Miles de gargantas impulsaban al Madrid entonces, y así fue hasta el final, con los blancos como claros dueños del campo y de las mejores acciones.

Jan Oblak tuvo que emplearse varias veces para frenar la ofensiva rival. Un activo Mbappé generó un buen tiro en el 69, pero el balón salió flojo de su pie tras deshacerse de dos defensores.

Mbappé dispuso de otra oportunidad en el 72, después de meterse entre dos contrincantes y sacarse un zurdazo, que Oblak repelió con una gran parada. Golpeó poco después el Atlético, pero Griezmann no pudo empujar el balón dentro de la portería en un momento en el que la dinámica trepidante abría aún más el partido, conscientes los jugadores de lo que se jugaban.

A falta de un minuto para el final del tiempo reglamentario, Mbappé se plantó solo ante Oblak, pero el esloveno estuvo certero de nuevo al parar el disparo del galo, que buscaba el triunfo de su equipo.

«No quiero hablar del árbitro», dijo Ancelotti en rueda de prensa, al ser preguntado sobre el VAR, el penalti y la polémica.

Por ahora, cualquiera sea el resultado del Sevilla versus Barcelona de mañana en el Sánchez Pizjuán, el Real Madrid llegará al partido del venidero fin de semana como líder de la competición, con un punto de ventaja sobre el Atlético y al menos dos ante el culé.

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