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Por Adalixis Almaguer ()
Miami.- Andy quiere aprender a cocinar. Bueno en realidad quiere aprender a asar al carbón. Lo cierto es que la comida sabe mucho mejor con el toquesito que el humo le da.
Y dependiendo del tipo de briqueta -si de quebracho, encina, algarrobo y por ahí para allá- pues entonces el sabor.
Yo me alegro porque la cocina no se me da muy bien y a la par le ayuda a independizarse que mamá no va a estar siempre.
¡Que rico es terminar de trabajar y que tu hijo tenga la comida lista!
El problema es cuando no lo haces por el sabor, o porque quieres aprender el arte de la cocina al carbón, o por ayudar a tu mamá.
El problema es porque en tu miserable supervivencia diaria no tienes otra forma de cocinar, ni otras opciones de carbón, ni electricidad, ni agua, ni mucho que poner al fuego, ni ná.
Eso, el carbón no es el problema. ¡La dictadura, sí!