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El peso y el MLC se hunden: la tormenta perfecta de la economía cubana

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Por Jorge Menéndez ()

Cabrils.- El dólar en Cuba no para de romper récords. Esta semana alcanzó los 400 pesos en el mercado informal, mientras el MLC (esa moneda virtual inventada por el régimen) se desploma a 225 pesos, menos de la mitad de su valor frente al billete verde.

Los números hablan por sí solos: la economía cubana navega sin rumbo en una tormenta perfecta de inflación, escasez y políticas fallidas.

El peso nacional ya no vale lo que cuesta imprimirlo. Con una inflación interanual que supera el 40%, la moneda local pierde valor más rápido que un helado al sol habanero. Los salarios promedio (unos 4,000 pesos mensuales) equivalen ahora a apenas 10 dólares, lo que explica por qué los cubanos nenden sus pertenencias en las calles, hacen colas interminables por un pollo, o dependen cada vez más de las remesas del exterior

La «maravillosa» moneda electrónica creada para sortear el embargo muestra su verdadero rostro cotiza a menos de la mitad del dólar negro, pierde valor día tras día, y solo sirve para comprar en tiendas estatales con precios inflados

Querían evitar los dólares y es lo que quieren

    El chiste es amargo: el gobierno inventó una moneda virtual para evitar usar dólares… y ahora todos quieren dólares.

    Mientras la economía se desangra, las autoridades, prohíben la venta privada de alimentos, multan a quienes compran dólares en la calle, e insisten en políticas económicas fracasadas

    Pero al mismo tiempo, dependen del dólar para importar medicinas, cobran servicios básicos en divisas y scumulan fondos en cuentas extranjeras

    Al final, los únicos que pagan el plato roto son los cubanos de a pie: los médicos que ganan 10 dólares al mes, o un poco más; las familias que hacen trueque para comer, o los ancianos que venden sus medicamentos para sobrevivir.

    Mientras, la élite -léase la cúpula partido, generales y familia real- sigue viajando al exterior, construye hoteles vacíos y acumula riquezas en paraísos fiscales.

    El peso y el MLC se hunden, pero lo que realmente está bajo el agua es el futuro de Cuba. Con políticas económicas incoherentes, una hiperinflación galopante y una población cada vez más desesperada, el país navega hacia un colapso anunciado. Y lo peor: nadie al timón parece dispuesto a cambiar el rumbo.

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