EL PAPA LEÓN XIV UN VISITANTE ASIDUO EN CUBA

Por Jorge Sotero ()

La Habana.- Robert Francis Prevots, el Papa León XIV, conoce muy bien Cuba, porque visitó el país en más de una ocasión en años anteriores y acá le dejaremos muestra gráfica de esos momentos.

El nuevo Papa, a diferencia de sus últimos tres antecesores, que visitaron la isla caribeña después de ser electos como sucesores de San Pedro -de hecho, los únicos tres que lo hicieron- estuvo en Cuba cuando era cardenal.

Robert Francis Prevost recorrió algunos lugares de Cuba en su condición de Superior General de la Orden de San Agustín, en abril de 2008 y luego en febrero de 2011.

Estuvo en Puerto Padre, luego del paso del huracán Ike y participó en las labores de ayuda por la recuperación del referido pueblo, ubicado al norte de la provincia de las Tunas.

En el año 2008, incluso, visitó otros lugares de la isla, entre ellas el poblado de Chambas, también en la costa norte, pero de la provincia de Ciego de Ávila, y almorzó en compañía de una familia, tal como muestran otras fotos.

Nuevo Papa

Robert Francis Prevot fue electo este jueves como nuevo guía de la Iglesia Católica en el mundo. Esto le dio a Estados Unidos el primer pontífice de la historia, con el nombre de León XIV. Aunque, la mayor parte de su misión aconteció en Perú.

Prevost llegó al Perú por primera vez como joven misionero agustino. Desde el país andino, partió como obispo rumbo al Vaticano para ser una figura central en el gobierno del papa Francisco.

Prevost, de 69 años, era uno entre los favoritos a convertirse en el primer pontífice estadounidense… y peruano, porque en 2015 obtuvo la nacionalidad.

Habemus Papam

De los purpurados norteamericanos, era el que tenía mayores probabilidades por su inclinación pastoral, perspectiva global y para gobernar la curia vaticana, según los expertos.

Su reputación de moderado y de constructor de puentes fue crucial, en un momento en que la Iglesia aparece muy dividida.

Prevost ha pasado un tercio de su vida en Estados Unidos.

El resto entre Europa y América Latina, una de las periferias del mundo de donde también era el argentino Jorge Mario Bergoglio.

El menos estadounidenses de los cardenales de EEUU

El diario italiano La Repubblica lo llamó «el menos estadounidense de los estadounidenses» por la moderación de sus palabras.

La idea de un papa norteamericano estuvo por siglos descartada en Roma. Esto se debió a la distancia, ya que estaban tan lejos que normalmente llegaban tarde a los cónclaves. También influyeron decisiones geopolíticas.

Según el sitio especializado Crux, tener un pontífice de la primera potencia mundial hacía temer además que la CIA pudiera meter sus manos en la Iglesia.

Tras la muerte de Francisco, Prevost dijo que aún quedaba «mucho por hacer» en la transformación de la Iglesia. 10 o 20 años», dijo el mes pasado a Vatican News.

«El mensaje siempre es el mismo: proclamar a Jesucristo, proclamar el Evangelio. Pero la manera de llegar a las personas de hoy, los jóvenes, los pobres, los políticos, es diferente», añadió.

Fue uno de los cardenales más cercanos a Francisco, cuyo pontificado generó resistencias dentro de los sectores más conservadores.

Un enfoque centrado en la Teología

Pero al mismo tiempo, su sólida formación en Derecho Canónico tranquiliza en estos círculos que buscan un enfoque más centrado en la Teología.

Prevost nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago. Asistió a un seminario menor de la Orden de San Agustín en San Luis como novicio antes de graduarse en Matemáticas en Filadelfia.

Políglota, estudió Derecho Canónico en Roma, donde también obtuvo un doctorado. Se unió a los agustinos en Perú en 1985 para la primera de sus misiones en el país andino.

Al regresar a Chicago en 1999, fue nombrado prior provincial de los agustinos en esa región estadounidense. Posteriormente fue prior general de la orden en todo el mundo.

Regresó a Perú en 2014 cuando Francisco lo designó administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo. Casi una década después, entró en la curia en sustitución del cardenal canadiense Marc Ouellet. Este fue acusado de agredir sexualmente a una mujer y renunció por motivos de edad.

Entonces, el difunto pontífice lo nombró también presidente de la comisión pontificia para América Latina.