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Por Pedro Monreal (El Estado como tal)
La habana.- Una de las principales lecciones del tarifazo de comunicaciones en Cuba es la conveniencia de fraccionar ETECSA. La incompetente gestión de esa gran empresa verticalmente integrada subordina la equidad del servicio público al estrecho lucro corporativo.
La impunidad con la que se habría permitido un dilatado “fraude” y la imprudente rentabilización de sus servicios dolarizados desdibujan las supuestas “ventajas” de tal monopolio. Esto se hace para compensar la ineptitud cargando el costo del “salvamento” sobre los ciudadanos.
No parece existir una explicación convincente acerca de por qué ETECSA, entidad que monopoliza un servicio básico, funciona con la estructura corporativa de una sociedad anónima (S.A.). Además, sus accionistas son otras S.A., en alto grado del tipo de sociedades patrimoniales.
La opacidad de este tipo de entidades en Cuba limita las posibles precisiones. Sin embargo, lo que se conoce de manera pública y no actualizada, es que entre sus principales accionistas hay otras S.A. Cuya misión parece ser controlar los activos de empresas “operativas” como ETECSA.
Más allá de los resultados que pudieran salir en el corto plazo de un eventual “diálogo” gobierno- ETECSA- estudiantes. Existe ahora una “ventana de oportunidad” para repensar la provisión de un servicio básico como las comunicaciones.
Existen por lo menos tres aspectos para reflexionar: fraccionar ETECSA en dos o más empresas estatales que sean auditables por la Contraloría. También, abrir las comunicaciones a la competencia internacional y de capital nacional. Además, regular tarifas centradas en el acceso asequible.
Seguramente sería un proceso que tomaría algún tiempo en madurar, pero un primer paso pudiera ser separar ETECSA en dos empresas. Una se encargaría de servicios, concentrada en servicio a clientes y marketing. La otra empresa se dedicaría a redes, gestión y optimización de infraestructura.
Fraccionando el ineficaz gigantismo vertical de ETECSA se pasaría a un modelo de servicio con empresas dedicadas a segmentos específicos del mercado. Esto les permitiría enfocarse en sus competencias centrales, mejorando eficiencia, calidad y equidad del servicio.
Esta nota solamente intenta estimular la reflexión dando un paso más allá de las tarifas, que son efecto y no causa. Los detalles pudieran venir después. Es importante saber que, a pesar de lo que nos quiere inculcar el relato oficial, siempre existe más de una opción.