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Por Panchito González ()
La Habana.- Mi abuelo paterno me hablaba del Mercado de Cuatro Caminos desde que yo tenía como cuatro o cinco años. Me llevaba a Güines, a la finca propiedad de mi familia en las proximidades de aquel pueblo de campo.
bamos en una guagua que tomábamos cerca de ahí, del también llamado Mercado Centro.
A veces me decía en tono molesto, casi de protesta, que no sabía porqué «está gente había cerrado ese lugar y los había deja deteriorarse así». Eran los años de 1967 o 1968.
Mi pobre abuelo no alcanzó a ver hasta dónde lo depredaron y depauperaron. Murió en 1975 en un accidente de tránsito.
Mi abuelo hablaba mucho por aquel tiempo del pasado reciente, de antes de 1959. Claro, lo vivió, y entonces estaba viendo el cambio, el destrozo… cuando me llevaba por La Habana, a sus travesías a varios lugares, incluido Güines, me hablaba mucho de cómo era todo antes.
Soy el nieto mayor y por eso cargaba conmigo. Los demás eran muy pequeños. Recuerdo que me decía que Monte, Reyna, Belascoaín, Neptuno, San Rafael, Galiano, etcétera, eran calles muy vivas, bonitas y alegres a cualquier hora, llenas de lumínicos. ¡Una belleza!.
Ver vídeo acá: https://www.facebook.com/watch/?v=1435456421232692&rdid=vNFjoJk8bs98Kuda
Aún quedaban, todavía lo recuerdo, muchos letreros, anuncios y carteles de neón. A mí me parecían bastantes, y bonitos. Era 1968, y el decía «¡que desastre!», con la añoranza por aquel recuerdo fresco, de hacía muy poco, apenas de unos años.
Me enseñaba los cines Rex y Dúplex, y me hablaba de sus incursiones de domingo en ellos por muy poco pago. Cuando los vi, todavía eran lindos, pero ya él se quejaba del abandono. Para mí, exageraba, aunque no refutaba nada.
Recuerdo que me decía: «está gente equivocó el camino, están destruyendo lo útil, lo bueno y haciendo mucho daño, que no se sabe si podrá revertirse». E insisto: era 1968.
Si abuelo resucitase ahora y viese el desastre total, moriría de un infarto. ¡Pobre abuelo Domingo, no podía imaginar la tormenta que venía!