
Newsletter Subscribe
Enter your email address below and subscribe to our newsletter
Por Sergio Barbán Cardero ()
Miami.- El régimen cubano levanta la voz contra la presencia militar estadounidense en el Caribe Sur. Alega que se trata de un pretexto para apoderarse del petróleo venezolano.
Sin embargo, el único gobierno que se atreve a defender abiertamente al Cártel de los Soles es precisamente el de La Habana. Manipula el lenguaje para presentarse como supuesto defensor del “pueblo venezolano”.
Esta actitud es comparable a la imagen de un lobo exigiendo protección para las ovejas.
Quien durante años ha saqueado a Venezuela ha tomado control de PDVSA, los puertos, las aduanas y las instituciones claves del país. Ahora pretende erigirse en guardián de sus recursos y de su soberanía.
Lo que en realidad ha hecho Cuba es secuestrar al Estado venezolano, convirtiéndolo en una caricatura de nación arruinada. Así, presenta exactamente el mismo destino que impuso a la isla: pobreza, represión y miseria estructural.
La manipulación alcanza extremos grotescos. El propio vocero de la Seguridad del Estado conocido como “El Guerrero Cubano”, en su canal de YouTube, llegó a afirmar que “Estados Unidos amenaza con armas nucleares a un país que ni siquiera las tiene”.
Este tipo de discursos no son simples exageraciones. Forman parte de una maquinaria de propaganda diseñada para confundir al pueblo cubano, al venezolano y a los incautos de la izquierda internacional. Pretenden movilizarlos rápidamente para que salgan en defensa del narcoterrorismo de Estado venezolano. Para lograrlo, terminan repitiendo sin cuestionar un relato tan absurdo como peligroso.
El discurso de “solidaridad” no es más que la coartada de un depredador disfrazado de protector, que clama protección por las ovejas descarriadas mientras ya tiene sangre en el hocico.