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La noche del 4 de mayo de 1984, cerca de Westby, Wisconsin, fue el escenario de un incidente que pasó de ser una investigación por la desaparición de dos adolescentes a convertirse en un escalofriante doble asesinato que conmocionó a la tranquila comunidad rural. Este caso es tristemente conocido como los «asesinatos de Coulee Creek».
Esa noche, dos amigos, Ronnie Ross, de 18 años, y Michelle Stinson, de 16 años, salieron a dar un paseo en el Chevrolet Nova naranja de Ronnie. Los dos eran estudiantes de la escuela secundaria Westby. Lo que comenzó como una noche normal de viernes para unos adolescentes, terminó en tragedia. Cuando no regresaron a casa, sus familias y la policía iniciaron una intensa búsqueda.
La mañana siguiente, el 5 de mayo, el Chevrolet Nova fue encontrado en un lugar apartado y aislado conocido como Coulee Creek, en una zona remota del condado de Vernon, a unos 8 kilómetros (5 millas) al sur de Westby. Los asientos del coche estaban empapados en sangre, lo que indicaba que había ocurrido algo violento. Sin embargo, los cuerpos de Ronnie y Michelle no estaban allí.
La desaparición de los jóvenes y la escena sangrienta del coche desataron una alarma masiva en la comunidad. Cientos de voluntarios, junto con la policía y equipos de rescate, se unieron a la búsqueda en los densos bosques y terrenos escarpados de Coulee Creek.
La desesperación creció con cada hora que pasaba. Finalmente, el 7 de mayo de 1984, tres días después de la desaparición, un voluntario hizo un descubrimiento desgarrador. Los cuerpos de Ronnie Ross y Michelle Stinson fueron encontrados en el fondo de una pendiente pronunciada, a unos 45 metros (150 pies) de donde había sido hallado el coche. Ambos habían sido brutalmente asesinados. La autopsia reveló que habían muerto por heridas de bala, y Michelle también había sido agredida sexualmente.
La policía de Wisconsin, junto con el FBI, inició una exhaustiva investigación de asesinato. La escena del crimen era compleja debido a su ubicación remota y al paso del tiempo. Las pruebas forenses, incluyendo huellas dactilares y otros indicios, fueron cruciales.
La investigación finalmente condujo a George C. Burch, un hombre de 22 años que vivía en un remolque cerca de la propiedad de sus padres, a menos de 1.6 kilómetros (1 milla) de donde los cuerpos fueron descubiertos.
Burch era un conocido problemático en la zona, con antecedentes de comportamiento errático y problemas con la ley, aunque no por crímenes violentos de esta magnitud.
Huellas dactilares encontradas en el coche de Ronnie.
Balas recuperadas de los cuerpos que coincidían con un arma propiedad de Burch.
Testimonios que lo ubicaban cerca del área y que mencionaban su conocimiento de la pareja y de la zona aislada.
Burch fue arrestado el 21 de mayo de 1984, menos de tres semanas después de los crímenes. Durante el interrogatorio, no cooperó completamente, pero las pruebas eran abrumadoras.
En el juicio, la fiscalía presentó un caso sólido contra George C. Burch. Los motivos exactos de los asesinatos nunca fueron completamente esclarecidos, pero se especuló que fue un robo fallido que escaló a una agresión sexual y luego a un doble asesinato para encubrir los crímenes.
En 1985, George C. Burch fue declarado culpable de dos cargos de asesinato en primer grado, agresión sexual y secuestro. Fue sentenciado a dos cadenas perpetuas consecutivas, más años adicionales por los otros cargos, asegurando que pasaría el resto de su vida en prisión.
Los asesinatos de Coulee Creek dejaron una cicatriz profunda en Westby y sus alrededores. La idea de que una atrocidad así pudiera ocurrir en su tranquila comunidad rural fue devastadora. El caso generó un miedo generalizado y una pérdida de la inocencia para muchos de sus residentes.
Sin embargo, también unió a la gente en el dolor y en el esfuerzo por encontrar a los responsables. El recuerdo de Ronnie Ross y Michelle Stinson, y la trágica noche de mayo de 1984, perdura en la historia de Westby.