EL FIN, BROTHER, EL FIN

Por Arnoldo Fernández ()

¿Cuándo te sentarás a la mesa de los pobres a comer su pan?

¿Cuándo vivirás en un barrio proletario donde el agua tarda meses en llegar?

¿Cuándo te mudarás a una casa humilde a sentir la crueldad de 20 horas diarias sin corriente eléctrica?

Vivir dignamente es el primero de los derechos humanos, pero créeme, aquí la dignidad es tan lejana, porque sobrevivir mata cualquier humanidad posible.

Si hablas en la tv, la gente cambia el canal, prefiere ver muñequitos, o cualquier otra cosa, menos escuchar tu palabra fría que no consigue emocionar a nadie y mucho menos crea esperanza.

Desconectado es la expresión que mejor define lo que dices y haces.

Cada día que pasa, estás más lejos de las personas auténticas, de los que quisieron ayudar, no con consignas, no, con hechos.

¿Qué esperas?

Esa moral que pregonas a los cuatro vientos ya no sirve. No hay poesía en la vida diaria para creerla. La alegría huyó de los hogares. No hiciste nada por salvar lo único que teníamos, la fe, para reinventarnos; hasta el humor lo expulsaste de nuestras vidas.

No tienes tiempo, se acabó. Es el fin brother. Reconoce que es muy grande el reto de hacer un arca donde quepan todos, con todos los derechos respetados.

Al menos ten la decencia de decirle a ese Señor que hay un pueblo cayendo al abismo y no sabes qué hacer para salvarlo.

Como Sísifo, empujas una roca cuesta arriba, roca que pasará sobre tu cabeza un día de estos.