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Por Eduardo Díaz Delgado ()
La Habana.- La situación del agua en Plaza de la Revolución tiene a la gente al borde de una rebelión. Todo el mundo sabe que el problema no es el agua, que es una consecuencia, pero la situación es crítica y la gente no quiere vivir como indígenas. Ya el malestar está escalando a niveles importantes.
Cuando salgan con un caldero y se lo metan en la cabeza a un hablamierda, después no digan que si violencia, que si indisciplina, que si afectar a la estabilidad.
Vivir sin agua en pleno siglo XXI no es estabilidad, no es tranquilidad, es una falta a un derecho humano.
Cuando la gente deje de trabajar no empiecen a decir que si se está llamando a una huelga, y si se extiende por el país entero…
Ustedes -gente del gobierno que me atiende- saben que la gente solo quiere una chispa. Si fuera por mí, yo contentos de verlos arder, pero hay gente que necesita sobrevivir, el agua es necesaria para eso, imprescindible.
Si en algún momento alguien se encabrona y convoca a algo por la falta de cualquier necesidad básica, yo sí voy a ser un amplificador, aunque no digan libertad ni ping…
Si alguien convoca a dejar de ir a trabajar también lo voy a amplificar. Y me voy a encargar personalmente de que todos los que tienen más influencia que yo, lo usen como una oportunidad. Sí, así, al descaro.
Presidencia Cuba Gobierno de La Habana… ¡Pónganse pa esto!