EL COMUNISMO Y SUS PROPAGANDISTAS

Por Eduardo Díaz Delgado ()

Hay comunistas que no son unos cara de bates. Simplemente creen que apoyan algo justo y ni siquiera están 100 % seguros de qué es el comunismo. Yo diría que ni son comunistas.

Están centrados en trabajar y así, convencidos de que con mucho trabajo se sale alante como sea. Ese es el detalle que me hace pensar de que no son comunistas de verdad, solo crecieron creyendo que eso era lo correcto y tratan de hacer lo correcto.

Al final, es gente buena, que no sabe a ciencia cierta lo que sigue. En un debate amplio, son gente que se pueden dar cuenta de que se equivocan. De hecho, a veces se necesitan varios debates, porque transformar formas de pensar tan profundas cuesta bastante.

Pero, también está la gente que hace propaganda deliberadamente, que son capaces de darse cuenta de que sus argumentos son incorrectos y tratan de silenciarte. No quieren tener razón, sino que se haga lo que ellos quieren.

Con un gobierno alineado a tus intereses no hay dictadura para ti. El tema es que te vuelves parte de ella y si lo sabes, entonces dejas de ser una víctima para ser un hijo de la gran p… qué se merece todo mi asco.

Lástima dan los que se van y siguen defendiendo la dictadura

Hay una propagandista que es muy mala persona o muy imbécil. Después de dejar el alma por la revolución y Díaz-Canel, se fue a vivir para España y todavía no es capaz, ni siquiera, de meterse la lengua en el culo al ver que sin un control partidista del destino de un país, se avanza de verdad -obviando que España está un poco enferma de zurdera post dictadura.

Y sí, la dictaduras son una mierda todas.

Esta muchacha tiene el cinismo de mantener el discurso de mira «afuera también hay problemas, y no están bloqueados, claro que lo de nosotros tiene problemas, y son normales» (léase con voz de guanajón).

Mantiene el discurso viendo que allí se puede vivir, su allí es mi aquí, lo veo y no me puede meter cuentos. Pero hay miles que la ven y no son capaces de cuestionarse su miseria por culpa de una comep… ¡Perdón, me alteré!

Hay cubanos que son tremendos hijos de la grandisima p…