Enter your email address below and subscribe to our newsletter

El circo de la oposición: cuando los «líderes» son parte del problema

Comparte esta noticia

Por Ulysses Pereira (El Hombre Olvidado)

Toronto.- ¿Quién estaría de acuerdo en que alguien esté privado de su libertad si no es un criminal? Creo que nadie; por tanto, comienzo este artículo con esa pregunta para disipar las dudas acerca de mis intenciones. A nivel humano, me alegro de que el señor Ferrer se encuentre libre y reunido con su familia, lejos de aquel cementerio de recogehuesos en que han convertido el hermoso lugar donde nací.

Pero el problema aquí no es el hecho de que se haya marchado de Cuba, sino lo que representa. Su camino es el camino de muchos, por diversas razones. ¿Ha estado preso? Muchos hemos estado presos y no por motivos delincuenciales; muchos hemos sufrido persecuciones y acoso. La Revolución cubana me envió esposado a una litera de barco desde Las Palmas a La Habana por un delito inexistente y me lanzó a prisión sin que existiera motivo legal alguno. Y esa es mi historia; hay peores, mucho peores que esa. Osorbo sigue en prisión, y el pintor también. ¿No merecen ellos también la libertad?

Ahora este señor recibe todos los honores como líder de la oposición, arropado en la bandera cubana; habla rodeado por personajes inútiles e irrelevantes acerca de «la lucha». Ya Cuba ha tenido varios de los llamados líderes, y sigue el régimen atormentando y humillando a los cubanos; incluso le dieron un premio internacional a uno de ellos que ahora está en silencio, como todos ellos. Ferrer es simplemente uno más que disfruta de sus minutos de gloria.

Porque han pasado 66 años y el régimen sigue allí; múltiples organizaciones han recibido millones de dólares y el régimen sigue ahí, descaradamente, bajo licencias americanas comerciando y ganando el dinero que se sacan del lomo las personas que tratan de que sus familias capeen este temporal, que se hace cada día más largo e insoportable. Y simultáneamente, Otaola crea la Fundación «no sé qué» contra el comunismo.

Complicidad

Hay que ser verdaderamente un idiota de siete suelas para creer todo el circo que se han montado. Solo con ver el acto de inauguración, la cantidad de chupadólares que se reunieron allí, incluido el congresista Giménez que, al igual que sus colegas, de vez en cuando levantan la voz contra el régimen sin una acción concreta que sería, por ejemplo, eliminar todas las licencias de comercio con Cuba y expulsar las empresas cubanas del territorio americano.

Todo es mentira y todo es un circo. Y hacemos mal en tener esperanzas, y peor aún, en aupar a estos prestidigitadores e ilusionistas como siempre se ha hecho. Y yo hago una sola pregunta:

¿Díganme un solo elemento, una sola acción de estas organizaciones a lo largo de todas estas décadas que haya dañado seriamente al régimen cubano? Muéstrenme un logro de la famosa Rosa María Payá; un solo logro de tantos y tantos que se han etiquetado como luchadores por la libertad de Cuba. Muéstrenme una acción concreta que haya hecho tambalear al régimen cubano.

Cuba, con su supuesto enemigo a 90 millas, con una diáspora poderosa que cuenta con tres congresistas en el Congreso de los Estados Unidos, con más de 60 años en suelo americano, con una influencia tremenda en el sur de la Florida, no ha podido derrotar a un régimen que lo único que hace es atormentar al pueblo de Cuba.

¿Ineficiencia? No… COMPLICIDAD, y todos estos nuevos líderes y sus acólitos son parte de ella.

Deja un comentario