Enter your email address below and subscribe to our newsletter

El ‘bloqueo’ como excusa: la crisis eléctrica y el fracaso de un modelo

Comparte esta noticia

Por Hilda Landrove ()

México DF.- En la mañana de hoy la empresa eléctrica anunció otro apagón nacional. Otra vez, como por cuarta o quinta vez en menos de un año. Ah, pero ayer LaJovenCuba, ese medio «neutral», impoluto, que busca siempre el centro y combate la polarización (!), tuvo a bien explicarnos cuán dañino es el bloqueo … de Estados Unidos.

Lo hizo ubicándose desde la posición de una sociedad civil que, supuestamente en ausencia de la explicación gubernamental, tiene que asumir el deber de informar sobre algo que, por mucho que se repita, no deja de ser verdad. El punto de partida ya está mal, porque si el gobierno cubano se ha ocupado de explicarnos algo durante siete décadas, es el «cruel y genocida bloqueo». De hecho, más de eso que de cómo están logrando convertir al país en algo cada vez más parecido a un campamento de refugiados.

La discusión sobre el status de existencia del «bloqueo»-embargo-sistema de sanciones sigue siendo una estrategia de desplazamiento de la responsabilidad. Las sanciones existen, y afectan, por supuesto, pero ese no es el punto central.

La única política económica … la de impedir

El punto central es que la catástrofe económica cubana no es resultado de la política de sanciones. Es, en lo fundamental, resultado de una política de control económico que ha limitado al máximo el emprendimiento económico y con ello impedido que el país tenga soberanía económica.

La única política económica del gobierno cubano ha sido, y lo sigue siendo (a pesar de los amagos vietnamitas y chinos), impedir el crecimiento económico de cualquier sector que no sea el monopolio estatal, concentrar el poder en la élite (ahí está GAESA y su red de empresas con sus prácticas de segregación económica) y depender de cualquiera que quiera donar, regalar, invertir, para mantener funcionando el país de forma precaria pero suficiente mientras la élite sigue acumulando indiscriminadamente a costa de la miseria de un pueblo entero. Unión Soviética, CAME, Venezuela, México, Rusia, la Unión Europea; en estos días andaba Díaz-Canel rapiñando a ver qué le toca en el nuevo orden mundial, sin lograr mucho.

Nunca permitir que la comunidad cubana de la diáspora invierta en el país del que ha sido expulsada; nunca transparentar; nunca reconocer que cuando tienen éxito en aprovechar las grietas del sistema de sanciones, lo hacen para cosas como poner tiendas de compra online en las que los cubanos de afuera compran comida a precios fuera de toda proporción a los de adentro, porque dentro no se logra producir ni boniato (camote); nunca reconocer que llevan varios años dedicando más del 80% del presupuesto nacional a construir hoteles, y menos de 1% a educación y salud.

Nunca han cumplido sus responsabilidades

El otro punto es que, incluso con sanciones económicas, el gobierno de Cuba tiene la responsabilidad de lograr, al menos, que haya un mínimo de comida, de agua y de electricidad; o sea, que la infraestructura de la vida funcione. Si durante décadas no lo ha logrado (y cuando lo ha logrado es por la dependencia económica de otro país), no es por las sanciones, es porque no han querido ceder el control mínimo para tener una economía no ya rica (no se trata de las fantasías de volverse Dubai o Singapur, que siempre son medio perversas) sino funcional. Es porque han puesto el deseo de mantenerse en el poder y enriquecerse por encima del bienestar del país que dicen gobernar.

Si no han podido-querido, garantizar la estructura mínima que permita a las personas poner un plato de comida en la mesa, tener agua y electricidad, renuncien, vendan el país, declárenlo un campo de refugiados o un campo de concentración. El «bloqueo» como excusa para el enriquecimiento de la élite a costa del vampirismo sobre la diáspora y la segregación económica de la población que vive en el país, no va a servir para siempre.

Deja un comentario