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EL AFÁN DEL CASTRISMO DE PONER BANDERAS ANTE LA EMBAJADA DE EEUU

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Por Manuel Viera ()

La Habana.- Ayer, mientras transitaba por el malecón y pasaba frente a la Embajada de los Estados Unidos pensaba por qué si en Cuba hay más de 100 embajadas y todas exhiben su bandera nacional, solo colocan una grande ante la sede diplomática de Estados Unidos.

Incluso, algunas colocan con orgullo gigantografías con fotos de sus presidentes, información y sus paisajes, y solo frente a la de Estados Unidos, se colocan banderas cubanas más grandes que la bandera de la sede diplomática.

¿Lo hacen como para intentar humillar o molestar?, pensaba.

Frente a frente, y a escasos metros del asta de la bandera de los EEUU, se colocó un asta con una bandera cubana mucho más grande.

Hubo cosas peores

Ni siquiera es lo peor que se ha hecho: recuerdo que hubo una especie de «monte de las banderas», y que incluso, en cierta ocasión, se cubrió toda la sede diplomática con banderas negras. ¡Rara forma de respeto!

Quiero aclarar que hubiese cuestionado lo mismo si sucediera frente a cualquier otra sede diplomática radicada en Cuba. Una vez establecidas relaciones diplomáticas el respeto hacia la sede del estado extranjero debe ser el mismo.

Ahora bien, volvamos al Malecón y las banderas: ¿Qué objetivo se pretende con ello y qué mensaje se transmite con ese acto?

En algún momento tendrán que empezar a respetarse. Ya ni siquiera cabe un … «¿hasta cuándo?».

No se puede dar discursos donde se habla de voluntad, de mejores relaciones, de diálogo respetuoso y bajarse con estupideces infantiles como esas.

No puede ir el discurso por un lado y las acciones por otro.

¿Por qué es solo en el caso de EEUU y no frente a la embajada de ningún otro país? ¿Por qué no frente a la embajada británica, alemana, francesa, china o rusa?

Imperios hay muchos por ahí.

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