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Por Jorge Sotero ()
La Habana.- El castrismo la va a pasar cada vez más mal, hasta que llegue el momento en que se quedará sin opciones y no tendrá otra salida que dejar el poder. Al menos eso es lo que puede intuirse de las conversaciones entre los gobiernos de Estados Unidos y España.
Según fuentes cercanas al Departamento de Estado, durante la reciente reunión entre el canciller español, José Manuel Albares, y el Secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, uno de los temas principales fue la posible suspensión del uso de bancos españoles por parte del régimen cubano.
La noticia para el castrocanelismo es mala. Y si queremos, podemos decir que muy mala, porque a través de entidades bancarias del país ibérico recibe La Habana sumas considerables.
Entre las operaciones que se hacen en bancos españoles se encuentran los cobros de Viazul, los alquileres de autos a turistas, incluso los pagos de paquetes turísticos.
Estos dineros van a parar a los fondos de GAESA, el consorcio militar que controla -sin supervisión- la economía cubana desde que a Raúl Castro se le metió en la cabeza militarizarla.
Albares también se reunió con el Presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Rick Scott, y con los congresistas cubanoamericanos Carlos Giménez y Mario Díaz-Balart, reiterando el compromiso de España con los derechos fundamentales del pueblo cubano.
Nada, que el cerco internacional contra la dictadura se sigue estrechando. Y la administración Trump, aunque no hable mucho, sigue su camino con la intención de ponerle fin al régimen cubano y devolver la democracia a la isla.