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Por Tania Tasé ()
Berlín.- Los delegados del «poder popular» serán liberados de sus trabajos y asumirán la tarea de darle la cara al pueblo ofreciendo respuestas y soluciones a nivel de circunscripción a sus electores.
Más o menos eso entendí de la verborrea de Manuel Marrero, el primer ministro que suda grasa ante las cámaras.
Mi traducción particular y liberal: ya no serán los dirigentes del PCC municipal, provincial o nacional, los que tendrán que enfrentar la furia del pueblo, ahora serán los delegados.
Pero, ¿quiénes son los delegados del barrio?
Algunos o muchos, quizá sean tan sin alma como los sin casa. No lo pongo en duda.
Pero al final son los que están sin luz, sin agua, sin comida, sin esperanza y con miedo, como tú.
¿Qué recursos y autonomía para resolver un problema puntual tienen? Ninguno.
Sí, son unos prestados por hacer servicio al poder, pero no tienen nada al igual que tú, que eres su vecino.
Lo que han hecho los que sudan grasa en aire acondicionado, es a mi modo de ver un eclipse de responsabilidades. Ya no culparás al poder del PCC de tus penurias, ahora culparás y castigarás con tu rabia elemental de supervivencia a tu delegado.
Esto no es más que otra orden de combate, pueblo vs pueblo, aunque ni tú ni tu delegado lo entiendan ahora mismo. Y si lo entienden mejor.
No se dejen usar como peones en el juego perverso de los que tienen realmente el PODER.
Que tu indignación sea contra ellos.