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DONALD TRUMP BLINDA A LA INTELIGENCIA CON EL NOMBRAMIENTO DE OTRO FIEL

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Nueva York.- El presidente electo de Estados Unidos eligió a Devin Nunes, el actual director ejecutivo de su red social Truth, como presidente del comité de asesores en inteligencia, creado durante la Guerra Fría y que incluye a ciudadanos privados encargados de ayudar a la Casa Blanca a analizar la eficacia y planificación de las agencias de espionaje.

El nombramiento de Nunes sigue a los de Kash Patel en el FBI y Tulsi Gabbard en la inteligencia nacional. Opciones con las que Trump pretende controlar las agencias que le crearon muchos problemas durante sus primeros cuatro años en la Casa Blanca y después.

Nunes es otro aliado de hierro del presidente electo y lo ayudó en su papel de diputado durante el escándalo del Russiagate, gracias también a la ayuda de un documento entonces secreto redactado por Patel, en aquellos tiempos funcionario de aquel FBI que ahora se pone a dirigir.

Nunes se mantuvo cerca de Trump incluso después de su salida de la Casa Blanca y a finales de 2021 anunció su retiro del Congreso después de 19 años para convertirse en director ejecutivo de Trump Media & Technology Group.

El presidente electo sigue trabajando sin descanso en la definición de su equipo, y además de Nunes anunció el nombramiento de Richard Grenell, su antiguo embajador en Alemania, como «enviado para misiones especiales», un nuevo papel creado ad hoc para el que «trabajará en algunos de los puntos calientes del mundo, incluyendo Venezuela y Corea del Norte», explicó Trump.

Para Grenell, el nombramiento es una magra satisfacción: el ex embajador había querido de hecho ser secretario de Estado, cargo que recayó en cambio en el senador Marco Rubio.

Sin embargo, su papel como enviado podría ayudarle a evitar el escrutinio del Senado por trabajos remunerados para clientes extranjeros, incluidos proyectos de desarrollo de hoteles de lujo en los Balcanes con Jared Kushner, yerno de Trump.

A partir de 2023, los enviados requieren la confirmación del Senado en algunos casos, pero aún no está claro si Trump y los senadores republicanos decidirán que su cargo requiere esta luz verde o no.

Es probable que el presidente electo presione para evitarla y así ahorrarse otro juicio polémico como los que tienen en marcha Gabbard y el nominado para el Pentágono, Pete Hegseth.

Trump sigue impulsando sus nominaciones, aunque es consciente de que el camino es cuesta arriba. Y lo hace apoyado en otra importante victoria legal.

En efecto, ABC y su periodista George Stephanopoulos llegaron a un acuerdo en la demanda por difamación interpuesta por el presidente electo: además de la disculpa oficial, tendrán que pagar 15 millones de dólares a una fundación o museo presidencial creado por y en nombre del demandante.

Una victoria que parece validar la estrategia de Trump y su equipo, ocupados en amenazar con acciones legales para frenar la cobertura negativa de los medios. (ANSA)

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