DIÍAZ-CANEL MANDÓ A DESAPARECER A SANDRO CASTRO

Por Pablo Alfonso ()

México DF.- Miguel Díaz-Canel no aguantó más. Por fin se puso los pantalones de verdad. Se le apoderó el espíritu de Antonio Maceo y dicen los que lo vieron, que hasta superó el genio y la valentía del ilustre mambí.

La machi, quien lo domina, esta vez no pudo con él. Miguel, fue más Mario que Miguel. Era súper Mario. No le importó que se tratara del nieto más importante de Cuba. O de uno de los dos más importantes, porque hay otro al que llaman el Cangrejo.

Escuchó a su pueblo. Gritaba que si a Alejandro Gil, por menos, me lo encarcelaron sin mi aprobación, a este, a Sandro Castro, que ni es de mi barrio, ni ha hecho nada por Cuba, ni su tío abuelo lo volverá a ver.

La Machi le imploraba que no moviera un dedo:

-Deja que siga haciendo lo que le venga en ganas, nosotros no somos los dueños de la finca.

-No me importa ni el General, él sabrá quién soy yo. Está bueno ya -ripostaba él.

-Acaso, ¿no viste, amor, que hasta el sistema energético le hizo caso al cumple del chiquillo de mierda ese? ¿No viste cómo se sincronizó todo? Ni cuando yo lo pido se logra. ¿Cómo coño el culicagao ese va a ser lo que le salga de sus huevos?

-Para colmo, hasta Bernardo Espinosa, salió a decir que se logró darle cobertura a todo el país- continuó Díaz-Canel-. Ese también se prestó para el juego. A ese le haré lo mismo que al Boris Fuentes por ridiculizarme con lo de la limonada. Lo voy a desaparecer también. Que vaya hablando con su socio para que se lo lleve para Argentina.

-¿Qué bar, ni cocteles y cervezas de bienvenida, con invitados de lujo, de primer nivel, con vino espumoso gratis para todos, y con shots de tequila rose para las primeras veinte mujeres en llegar a su fiestecita? ¿Qué bar, ni cantina, ni tango…? Esto no es Argentina.

-Además, ¿tú no viste lo que le hicieron al Furri por lo de su hijo?

-¿Qué Furri? -preguntó la Machi.

-A Abelardo Colomé Ibarra, amor. ¿No te acuerdas que a su hijo lo pararon en el aeropuerto porque iba a sacar del país unos miles de dólares y lo destituyeron como Ministro del Interior?. Y no les importó que era el Fűhrer de verdad, para poner al indeseable de Gondín, que Dios no lo tenga en la gloria.

Luego prosiguió Díaz-Canel:

-No dudo que ellos mismos lo hayan mandado a matar, porque duró muy poco, ¡qué casualidad!

-Mi vida, habla bajito. Esto debe estar lleno de micrófonos por todos lados, y yo tengo miedo. ¿Nos estarán haciendo lo mismo que a Lage y a Felipe? -dijo la Machi.

-Ya no me importa nada, al menos el pueblo nos protegerá, porque nos pusimos de su lado, al ver el derroche del Sandrito de mierda ese.

Justo, la luz del sol me dio y me desveló, me desperté abrazando la ausencia de su cuerpo en mi colchón. Peor es que se fuera robándome además el sueño de millones de cubanos.
Díaz-Canel no tiene cojones para eso.

¿Se acuerdan de Alejandro Gil, Roberto Robaina, Carlos Lage, Felipe Pérez Roque, Carlos Aldana, Otto Rivero, Luis Orlando Domínguez, Juan Carlos Robinson y tantos más, que por menos que lo que ha hecho este muchachito fueron defenestrados y algunos a prisión?

¿Cuántas familias hoy tienen un hijo preso, un tío, un hermano, un padre o una madre, porque les imputaron robo de miles de pesos cubanos? Y lo hizo un desgobierno que obligó y enseñó a coger a su pueblo con sus manos, lo que ellos le robaban. Todo para poder mantener vivos a sus hijos. Esos no son ladrones, los ladrones son ellos, que nunca pagaron como Dios manda, ni el intelecto, ni el esfuerzo.

Se escudaron siempre en que ofrecían educación gratuita, y por eso, no eran salarios dignos. Ustedes, no hacían más que cumplir con el derecho de cada Estado, de instruir a su pueblo.

Otros han ido a prisión cargando la culpa de terceros, como le sucedió a un gran amigo mío de San José de las Lajas, Mayabeque, Luis Alberto Flores Salgado, más conocido como el Pífaro, uno de los tipos más nobles que he conocido en mi vida, trabajador como pocos.

Hoy está preso por no denunciar, no por robar. Para colmo, hablamos de unos kilos, centavos, en comparación con lo que se ha robado el nieto más importante de Cuba -o uno de los dos, repito

¿Y qué hablar de los que salieron a pedir cambio pacíficamente, a los que salieron para exigir una vida digna, que pidieron eliminar los privilegios, extirpar lo que la revolución prometió y no cumplió? ¿La justicia en Cuba es justa?

Y este por ser del linaje Castro, posee un bar que le costó más de cinco millones. Se botó el yogurt.