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Por Joel Fonte ()
Cuando nuestros viejos, nuestras mujeres, nuestros hijos apenas duermen, acosados por los mosquitos, por el calor sofocante, por largas horas con hambre, por no tener electricidad para cocinar los pocos alimentos que se obtienen con incontables sacrificios, algunos piensan que todos pasamos por lo mismo.
Cuando la vida de los cubanos nos muestra su rostro trágico a cada segundo, todavía quedan miles de personas ingenuas, víctimas la más fatal ignorancia, que creen que ese sufrimiento es compartido por los que están en el Poder, que ellos también están ahogados en privaciones, que son acosados por las carencias.
Es hora de despertar, cubano: los que te empujan al sacrificio estéril, los que te exigen que sigas tolerando, que sigas humillado, son tus enemigos, son la misma vieja cúpula y la nueva clase de privilegiados que lucran con tus lágrimas.
Son los que hablan de solidaridad con los obreros y se codean con millonarios, los corruptos que se titulan ‘revolucionarios’ mientras roban el dinero del país, los que están dispuestos a matarnos, a exterminarnos para sostener el Poder.
Porque para ellos ese Poder no es un medio para servir a la nación, sino un instrumento para servirse de él.
No olvidemos que la hora de los pueblos está en su determinación, en su valor. Nadie nos va a regalar la libertad que a nosotros nos es obligación conquistar.
Basta de tolerar injusticias. Basta de manipulación y mentiras. No más dictadura en Cuba.