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Por José Díaz Silva
La Habana.- Panter Rodríguez Baró, preso político originario de La Habana, ha sido trasladado arbitrariamente a la prisión de Boniato en Santiago de Cuba, a casi mil kilómetros de su provincia y de su familia, como represalia por denunciar las violaciones de derechos humanos dentro del Edificio 1, Cuatro Norte, donde estaba recluido.
¿Su «delito»? Negarse a pararse firme ni a prepararse para el recuento.
¿Su castigo? El exilio interno, la incomunicación y la tortura emocional.
Este traslado es un castigo no solo para él, sino también para su madre, Ester Baró Carrillo, una anciana enferma y en silla de ruedas, que ya no podrá verlo ni asistirlo, sumiendo a ambos en el dolor y el aislamiento.
Exigimos el regreso inmediato de Panter Rodríguez Baró a una prisión cercana a su familia. Denunciamos este traslado como un acto de tortura psicológica y venganza política.
El régimen cubano continúa violando sistemáticamente los derechos humanos de quienes alzan su voz.
¡Basta ya de represión! ¡Libertad para todos los presos políticos!