DENUNCIA: «ESTE PAÍS SE ALIMENTA DE MENTIRAS INSTITUCIONALIZADAS»

Por Dr. Alexander Jesús Figueredo Izaguirre

Houston.- Esta denuncia pertenece a la cubana Danka Guerra. Otra historia real que confirma cómo el régimen obliga a los profesionales a mentir y castiga a quienes se atreven a decir la verdad.

Mi último embarazo fue una captación tardía, cuenta Guerra. «No lo esperaba, ya tenía 40 años y tres hijos. Estaba en depresión, debatiéndome entre continuar o no. Cuando por fin decidí seguir adelante, fui al consultorio. La doctora me atendió con mucha profesionalidad. Pero lo que presencié después me marcó.

«Cuando llamó al PAMI para informar el caso, ellos le ordenaron alterar la historia clínica: que dijera que la captación fue antes, que falseara los resultados, que mintiera. Ella se negó en seco. Les dijo que no iba a poner una mentira, y le respondieron con amenazas: que si pasaba algo, ella sería la responsable, que la sancionarían. ¡Todo porque se negó a falsear un documento médico!

«Me quedé en shock. Le pregunté si era en serio y me dijo: ‘Sí, desgraciadamente, este es nuestro sistema’. Yo misma le dije: ¡pero si fue culpa mía por ir tarde! ¡Tú ni siquiera me conocías antes! Nada importó. Lo importante era cuadrar las estadísticas… no la verdad, ni la ética, ni mi historia.

«Este país no se sostiene con principios, se alimenta de mentiras institucionalizadas. Mentiras que dañan, que manipulan, que condenan. Por eso, cuando leo los testimonios de negligencia y abuso en el sistema de salud cubano, no tengo ni una pizca de duda.”