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Por Pedro Monreal (El Estado como tal)
La Habana.- Muy mal está la situación cuando han sido funcionarios de menor rango quienes han salido apurados. Se han dedicado a retorcer y maquillar el desastre del turismo en Cuba. Han sustituido la antigua y desacreditada imagen de “locomotora” por la de “caja registradora”.
Los responsables del descalabro no han dado la cara. Sus emisarios soslayaron los propios datos oficiales. Intentaron vender una “matriz de opinión”, basada en ficciones y escamoteando la realidad a partir de anécdotas y apuntes fragmentados.
La ralentización del turismo comenzó con anterioridad a la pandemia. Este tocó fondo en 2021, la “recuperación” ha sido insatisfactoria. Además, hubo una caída en los visitantes en 2024 y la dinámica de 2025 es pésima. Es, por tanto, una actividad con resultados deficientes.
Cuando nos cuentan en la televisión que el turismo genera “un flujo más directo” de divisas ocultan que se trata de un ingreso bruto. No se publica el ingreso neto (dato más relevante), que resulta después de descontar el gasto en divisas para operar e invertir en el turismo.
Para que el turismo pudiera funcionar como “caja registradora” de divisas, su ingreso neto debería ser elevado. Esto permitiría una contribución significativa para el resto de la economía. No obstante, es poco probable con el bajo nivel de ingreso bruto, único dato publicado.
En el turismo existe un drenaje de divisas para poder importar las necesidades de insumos que los débiles eslabonamientos de la economía no garantizan nacionalmente.
El relato oficial sobre los supuestos “encadenamientos” del turismo es muy primitivo. Reemplaza torpemente con anécdotas el análisis riguroso basado en multiplicadores de encadenamientos del turismo (p.ej. multiplicadores de Ghosh y de Leontief).
Sustituir datos concretos de multiplicadores internacionalmente utilizados por menciones genéricas a la industria del mueble y otras. Esto pudiera ser peor que tener una visión primitiva de los encadenamientos. Sería indicar intención de embaucar o incompetencia (o ambas cosas).
En caso de que los funcionarios tuviesen las cifras de los multiplicadores y no las revelasen, una hipótesis sería que los datos son malos. Así, no sustentarían el relato oficial. En caso de que no calculen ni utilicen los multiplicadores, la incompetencia sería descomunal.
Lejos de operar como “caja registradora”, el turismo funciona hoy en Cuba como cementerio de inversiones. Esto sucede debido a la persistencia de asignar a las actividades principalmente relacionadas con el turismo más de 1/3 de la inversión total del país, a pesar de la baja ocupación.
En 2024 se recibió solamente 47% de los visitantes del año “pico” en 2018, pero se contaba con 6,6% más de plazas-camas que en 2018. Gran exceso de capacidad, bajos ingresos y excesiva inversión que perjudica la recuperación de actividades cruciales como la alimentación.