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Por José Ángel García Veloso ()
Ciego de Ávila.- La idea de exigirse a uno mismo, de conseguir uno por su propio esfuerzo y riesgo lo que desea, sueña o cree que es correcto, me persigue.
Se murió un artista y entonces aparecen los que nos dicen «nunca hizo nada por su pueblo».
Un periodista hace un trabajo sobre x asunto, alguien dice «si lo hiciera sobre…».
Yo critico algo de la economía y alguien comenta «por qué no dices que tiene que desaparecer el sistema».
Así es nuestra vida, cada uno de nosotros diciéndole a otro lo que tiene que hacer.
Muchas personas que hoy no viven en Cuba y son muy muy opositores, ayer eran militantes, jueces, fiscales, militares, sin embargo, hoy empujan a los que están aquí a hacer lo que ellos no hicieron.
Es muy cómodo que otro haga por uno lo que uno cree que se debe hacer, comiendo un churrasco y tomando cervezas, lejos del lugar de los hechos.
Sí nosotros tomáramos de cada cual lo que cada cual da, conforme a su voluntad, sin tanto juicio, si hiciera cada uno lo que cree correcto en pos del objetivo que le parece conveniente, quizás no tendríamos mejores resultados, pero sería un buen entrenamiento para si un día conseguimos la cacareada libertad, prometida por muchos y no entregada por nadie.
Sí nosotros construimos esa libertad, en cada uno de nosotros y en el colectivo de todos los diversos, si dejáramos de vernos amenazados por el pensamiento distinto, quizás estaríamos más cerca de conseguir lo anhelado.