Enter your email address below and subscribe to our newsletter

DAMIR NO MURIÓ: LO MATÓ LA NEGLIGENCIA DE UN SISTEMA

Comparte esta noticia

Por Alexander Jesús Figueredo Izaguirre (9

Houston.- Geobel Damir Ortiz Ramírez, un niño cubano de apenas 10 años, falleció el 5 de abril en Miami. Pero su muerte comenzó mucho antes…

Su muerte comenzó en un hospital en Cuba donde se le diagnosticó erróneamente un linfoma de Burkitt.

Lo trataron sin confirmar. Le dieron quimioterapia sin estar seguros. Y mientras su cuerpo se debilitaba, su verdadero diagnóstico -neurofibromatosis tipo 1- seguía sin ser atendido.

Cuando finalmente pudo salir del país, ya era tarde.

En Estados Unidos descubrieron que Damir, además de estar mal diagnosticado, tenía infecciones bacterianas severas, que jamás fueron detectadas en la isla.

El resultado fue letal: una sepsis que derivó en shock séptico. Damir murió en un hospital con recursos, pero víctima de un sistema que lo condenó desde el principio.

Este no fue un caso aislado. Es el reflejo de una salud pública colapsada, donde la falta de insumos, el adoctrinamiento médico, el desinterés institucional y el abandono humano se combinan en una receta letal.

Basta de romanticismos. Basta de repetir que “Cuba tiene un sistema de salud ejemplar”. Lo de Damir no es un error: es una consecuencia. Su muerte no se puede maquillar con discursos vacíos.

Hoy, todos los que alzamos la voz por él, redoblamos nuestro compromiso. No por venganza, sino por justicia.

Porque ningún niño más debería morir esperando que un Estado haga lo que le corresponde.

Damir es símbolo. Damir es bandera. Y a nombre suyo, seguimos denunciando.

¡EPD campeón!

Deja un comentario