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Por Manuel Viera ()
La Habana.- He apagado el televisor, porque ‘los que no politizan el deporte dan asco’. La televisión cubana me da lo mismo. Y sucede igual en todos los canales que transmiten. Como diría un español: ¡He flipado!
No recuerdo que recibieran el avión de las olimpiadas con chorros de agua, ni siquiera cuando Cuba fue quinta del medallero en Barcelona.
Jamás un recibimiento tan anunciado, incluso en Telesur, todo el día, un cintillo anunciaba: «Cuba prepara recibimiento a su delegación olimpica».
Es como si se quisiera disimular la debacle y hubiesen echado a andar toda la maquinaria propagandística, esa que supone que va dirigida a un público tonto.
¿Si es el peor resultado olimpico de los últimos 56 años, por qué tanto bombo y platillo? Por qué ahora?
Ayer leía comentarios de los cibercombatientes y el argumento ahora es que el resultado es excelente porque fuimos cuartos de América, detrás de Brasil. ¡Son patéticos los comunistas! Por defender un absurdo traicionan hasta a la dialéctica. ¿Se olvidan o intentan disimular que Cuba cayó 18 lugares para ubicarse en el puesto 32 del medallero?
Aunque en la reducida mente de un dinosaurio comunista ahora antidialéctico Cuba resultara cuarto lugar de los «Panamericanos» de París. Y que conste que no tengo nada en contra de nuestros atletas, estén o no en Cuba, me asquea el discurso y la payasada que intenta hacer ver que todo está bien, que todo fue un éxito.
¡Vaya forma de evitar crítica y autocrítica! ¡Vaya manera politizar! ¡Vaya forma de negar la realidad!
Absurdos y patéticos los que jamás politizan, los que jamás asumen, los que jamás ven la realidad. Celebran la involución, el resultado peor, el retroceso, la debacle. Una sola palabra se me ocurre: asco, mientras desconecto el TV de la corriente… ¡Por si acaso!