¿CUÁLES SON LAS POLÍTICAS PÚBLICAS QUE NOS HAN METIDO EN EL CÍRCULO VICIOSO EN QUE ESTAMOS?

Consulté a la IA china Deepseek y está fue la respuesta que recibí de la misma:

«Esa reflexión es muy acertada y toca un aspecto central de las políticas públicas: su impacto desigual en diferentes grupos sociales. Las políticas públicas, aunque diseñadas con la intención de mejorar el bienestar general, pueden generar resultados contradictorios, perpetuando dinámicas de inclusión para algunos y exclusión para otros. Esta dialéctica de inclusión-exclusión es un fenómeno complejo que refleja las desigualdades estructurales y las asimetrías de poder en una sociedad.»

Deepseek no falla al argumentar lo que ha confirmado, pero mí interés se centrará en Cuba. ¿Cuáles son las políticas públicas que nos han metido en el círculo vicioso en que estamos?

Según mí opinión, la causa de la situación en que estamos se debe a las políticas subdesarrollantes que ha adoptado el Gobierno neodesarrollista cubano en las últimas seis décadas y media. Durante ese tiempo se insistió en industrializar y diversificar la economía; basado en la intervención del Estado, la integración regional y la financiación externa como claves del proceso. Las políticas de Estado fallidas han descapitalizado la economía y creado un país en ruinas que es incapaz de recuperarse por sí en el corto o mediano plazos.

Desde que se declaró la suspensión de pagos de la deuda externa, –hace 40 años atrás– Cuba cayó en un círculo vicioso del cual no ha logrado salir y dónde aún sigue atrapada, como un bucle.

Entiendo que mientras se insista en invertir 60% de los recursos en dónde vive el 20% de los cubanos y se admita que las prioridades del Gobierno sean construir hoteles en vez de producir alimentos, Cuba no hallará una solución. Incluso hoy se está dando una contradicción entre el proyecto y la política; algo que explica la corrupción del sistema y el agotamiento del régimen. La crítica a las políticas públicas deben advertir en cada momento y lugar quiénes serán los perdedores y quienes los ganadores antes de ser aplicadas.

Porque hay una dialéctica de la inclusión-exclusión que debemos de tener presente todo el tiempo. Significa que nada de lo que hagamos debe de obstruir la salida del bucle en que estamos.

«La creación de círculos virtuosos requiere políticas públicas –concluye mí consulta a Deepseek– que no solo aborden los síntomas de la desigualdad, sino también sus causas estructurales. Esto implica un enfoque integral que considere la diversidad de necesidades, promueva la participación ciudadana y garantice la redistribución equitativa de recursos y oportunidades. Solo así se puede avanzar hacia una sociedad más justa e inclusiva, donde las políticas públicas sean verdaderamente transformadoras.»

Celebro la defensa de la igualdad política que hace René Fidel González García, quien la entiende como condición de posibilidad de un proyecto de emancipación de la sociedad y de liberación de las personas.

Siendo así, el poder instituyente en manos del Estado debe ser devuelto a la sociedad.

Debemos de recuperar y reinventar lo público, que es la base de la república. Adoptemos las formas de producción del común y las maneras de hacer comunidad que humanicen el proceso de individuación de las personas. Fijemos una línea en el horizonte; hablo del «estado apetecible donde cada hombre se conoce y se ejerce» que imaginó José Martí.