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CRIMEN SIN CASTIGO

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Por Ernesto Ramón Domenech

Toronto.- El Castrismo volvió a ordenar otra marcha con flores para insistir en su mentira, para poner otra capa de polvo y tierra sobre el cadáver de Camilo Cienfuegos y la memoria de Huber Matos.
La «Revolución» fue un fraude desde el inicio, desde aquel mismo 1959. Las Promesas de Libertad, Democracia y Justicia fueron subvertidas para dar paso a un Régimen de Odio y Destrucción.
En medio del Caos y la confusión de los primeros meses, ya algunos se dieron cuenta del engaño, del giro a la Izquierda Totalitaria de un Fidel Castro que dijo, decía y repetía que no era Comunista, que el Rojo no cabía en aquel cielo, que su Proyecto era Verde como las palmas reales.
Huber Matos ya no creía ni una palabra de los tantos y tantos discursos, ni en la paloma que se posaba en el hombro del Jefe. Fiel a sus convicciones, negado a a ser parte de la farsa, presentó su renuncia. La reacción violenta y cobarde de Castro no se hizo esperar; mintió y armó todo un show para presentar al Comandante Matos como un traidor, un ambicioso que pretendía la división y el poder.
Castro conocía muy bien al que tenía enfrente, sabía del valor de aquel hombre y tuvo miedo. Entonces recurrió al otro, al Comandante más popular de la isla, a Camilo Cienfuegos, para ejecutar su infame plan de aniquilar al disidente.
Pero Camilo y Huber eran grandes amigos, amistad forjada en el peligro, el combate y la sinceridad de hombres dignos. Conversaron Matos y Camilo, y este entendió que algo siniestro le ocultaban y decidió no cumplir la orden, y evitar que su amigo fuera sentenciado y ejecutado.
Aquella insubordinación fue su sentencia de muerte. Unos días más tarde Camilo Cienfuegos «desaparecía» sin dejar rastro, Castro decretaba el fin de la búsqueda y luto nacional y Huber Matos era condenado a 20 años de prisión.
Por eso el castrismo, utilizando la inocencia de niños y adolescentes, y el silencio de los Padres, volvió a montar su teatro de desfiles y flores para insistir en su mentira en medio de la tragedia y la represión que han destrozado al país.
Cubano: lo mejor es quedarse en casa, no formar parte de la infamia, no seas cómplice del doble crimen.

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