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Por Carlos Carballido ()
Lo vaticinamos el maestro Ulysses Pereira y este servidor en nuestro podcast Analítica Callejera: cualquier asunto migratorio es solo competencia del Congreso. Esto es según el Artículo I, Sección 8 de la Constitución de los Estados Unidos.
Cualquier orden ejecutiva que imponga una medida no contemplada en la Ley de Inmigración es inconstitucional, y Don Vergas —más conocido como Trump— lo sabe.
Del mismo modo que un demócrata como Obama colocó a los cubanos al mismo nivel del inmigrante más pobre del planeta al eliminar la política de “Pies Secos, Pies Mojados”. La administración Biden ha generado el peor desastre humanitario migratorio con una decisión que afecta a cuatro nacionalidades, entre ellas, la cubana.
Es obvio que ahora Trump será el culpable. Esto ocurre porque tanto los demócratas como la prensa liberal y varios flatulentos influencers se han encargado de demonizarlo. Además, han normalizado y justificado todo lo anticonstitucional y fuera del marco de la ley y el orden.
Lamento profundamente por los afectados. A muchos se les advirtió que esto podía ser un arma de doble filo. Al llegar a EE. UU., debían exigir asilo político. Sin embargo, la soberbia y los sueños húmedos de regresar “al año y un día” al lugar del que huyeron no les permitieron optar por lo que sí establece la ley. Esto según los convenios internacionales que este país ha firmado.
Les recomiendo buscar alternativas. Pero descarguen su ira contra esos periodistas como #MarioPenton y otros plumíferos. También contra esos abogados leguleyos que sabían perfectamente que esto no iba a ningún sitio. Aun así, les cobraron hasta las nalgas para representarlos en casos completamente fallidos.
No han pasado ni seis meses de la nueva administración, y esto parece que va en serio. Hay batallas legales que son difíciles de ganar. Especialmente ocurre cuando la Constitución deja claro lo que se debe hacer y lo que no. Además, los demócratas son, tristemente, quienes más lo olvidan.