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CONTRATOS DIFERIDOS DE DODGERS: ¿UNA MAQUINARIA IMPARABLE O UNA TRAMPA MORTAL?

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Por Jorge Morejón ()

Miami.- Si hay un equipo que ha dominado el mercado de la agencia libre en los últimos años, ese es sin duda Los Angeles Dodgers.

Con la contratación histórica de Shohei Ohtani por 700 millones de dólares y la constante acumulación de talento élite, pareciera que los Dodgers tienen una máquina de dinero interminable que les permite operar con total libertad financiera.

Pero detrás de esa fachada de poder económico hay una realidad inquietante: los contratos diferidos.

Los Dodgers no solo están apostando al presente, sino que están hipotecando el futuro de manera peligrosa. La franquicia debe actualmente 1,051 millones de dólares en pagos diferidos a ocho jugadores desde 2028 hasta 2046.

Eso es más de mil millones de dólares que la organización tendrá que desembolsar mucho después de que varios de esos jugadores ya estén retirados.

¿Es una estrategia financiera maestra o una bomba de tiempo que eventualmente explotará en sus manos?

El corazón de la estrategia: «Pagar después, ganar ahora»

El contrato más escandaloso —y simbólico de esta estrategia— es el de Shohei Ohtani. De sus 700 millones de dólares, 680 millones están diferidos y serán pagados entre 2034 y 2043.

La lógica detrás de este acuerdo es simple: al diferir los pagos, los Dodgers reducen el impacto inmediato en su nómina y evitan el impuesto de lujo, permitiéndoles seguir fichando talento élite mientras las cuentas pendientes se acumulan en el futuro.

Pero Ohtani no es el único caso. Los Dodgers también tienen pagos diferidos con:

Mookie Betts – 115 millones de dólares desde 2033 hasta 2044
Freddie Freeman – 57 millones desde 2028 hasta 2040
Blake Snell – 66 millones desde 2035 hasta 2046
Will Smith – 50 millones desde 2034 hasta 2043
Tommy Edman – 25 millones desde 2037 hasta 2044
Teoscar Hernández – 32 millones desde 2030 hasta 2039
Tanner Scott – 21 millones desde 2035 hasta 2046

El punto más crítico llegará en 2038 y 2039, cuando los Dodgers deberán pagar 100.95 millones de dólares cada año solo en pagos diferidos. Para ponerlo en perspectiva, eso es más del presupuesto anual de nómina de varios equipos de MLB en la actualidad.

«Esto no es sostenible… ¿o sí?»

Los defensores de esta estrategia, incluido el presidente de operaciones de los Dodgers Andrew Friedman, aseguran que la organización está preparada para afrontar estos pagos cuando lleguen a su punto más alto.

«No nos vamos a despertar en 2035 y decir: ‘Dios mío, es cierto. Tenemos este dinero pendiente’. Lo planificaremos sobre la marcha», dijo Friedman.

Sin embargo, esta estrategia solo funciona si los Dodgers siguen ganando. Si el equipo entra en un declive competitivo o si los ingresos por derechos televisivos y asistencia comienzan a bajar, esos pagos diferidos podrían convertirse en una carga insostenible.

No sería la primera vez que un equipo se desploma financieramente por comprometerse demasiado con el futuro.

Bobby Bonilla sigue cobrando su cheque anual de los Mets hasta el 2035 como resultado de un contrato diferido que ahora parece una broma nacional.

Si los Dodgers comienzan a caer en una racha perdedora y tienen que seguir pagando millones a jugadores retirados o fuera de forma, la narrativa podría cambiar rápidamente de «ingeniosos financieros» a «catastróficos derrochadores».

La reacción de la liga y el resto de los equipos

Lo más interesante es que la propia MLB intentó frenar esta práctica. Durante la negociación colectiva de 2021, la liga propuso poner fin a los pagos diferidos. La Asociación de Jugadores rechazó la propuesta, lo que dejó la puerta abierta para que los Dodgers explotaran esta laguna financiera al máximo.

El comisionado de MLB, Rob Manfred, ha defendido la postura de la liga: «Los Dodgers han salido y han hecho todo lo posible, siempre dentro de las reglas que existen actualmente, para poner al mejor equipo posible en el terreno y eso es algo grandioso para el juego.»

Pero también reconoció el malestar en algunos mercados pequeños:

«Está claro que tenemos fanáticos en algunos mercados que están preocupados por la capacidad del equipo en su mercado para competir con los recursos financieros de los Dodgers.»

La realidad es que los Dodgers están jugando con ventaja gracias a su capacidad para generar ingresos, pero eso no significa que estén exentos de riesgos.

Si esta estrategia comienza a afectar el balance competitivo de la liga o si los Dodgers entran en una crisis deportiva y financiera en el futuro, es probable que MLB se vea obligada a intervenir.

¿Están apostando a ganar ahora o están preparando su propia caída?

El éxito inmediato de los Dodgers parece justificar la estrategia: Ohtani, Freeman, Betts, Snell… la alineación y el cuerpo de lanzadores son impresionantes. Pero los contratos diferidos están acumulando una deuda que los Dodgers tendrán que pagar tarde o temprano.

Si logran convertir esta apuesta en una dinastía de múltiples títulos, nadie cuestionará la decisión. Pero si empiezan a caer antes de que llegue el momento de pagar esas facturas millonarias, los Dodgers podrían convertirse en el mayor ejemplo de cómo hipotecar el futuro por éxito a corto plazo.

El reloj ya está corriendo… y las facturas empiezan a llegar en 2028. Los Dodgers están ganando ahora, pero ¿Usted cree que la estrategia será sostenible a largo plazo?

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