Newsletter Subscribe
Enter your email address below and subscribe to our newsletter

Por Jorge Menéndez ()
Cabrils.- En las últimas horas, en muchas de las portadas de los diarios europeos, aparece un titular sugerente: “Paquetes de dólares e inodoros de oro”. Así se refiere la prensa internacional al escándalo que sacude al gobierno del presidente ucraniano Vladímir Zelenski.
No se trata únicamente de corrupción: hablamos de esquemas mafiosos de estafa que alcanzan los niveles más altos del poder, incluido el propio presidente de Ucrania. El escándalo, que supera los 100 millones de dólares, ha desacreditado al gobierno en su conjunto, y el Parlamento exige la dimisión total del gabinete.
Ya han caído el ministro de Justicia, German Galushchenko; la ministra de Energía; y el ex viceprimer ministro Oleksii Chernichov, quien además pertenece a la familia de Zelenski. Las investigaciones continúan, centradas en el círculo más cercano al presidente.
El jefe de la investigación, Oleksandr Abakumov, relata que los paquetes de billetes se entregaban sin pudor, directamente en las oficinas de altos funcionarios. En otros casos, se acordaban lugares específicos en la ciudad para realizar las entregas. El dinero era canalizado por el ex viceprimer ministro, pariente de Zelenski, conocido por el alias de “Che Guevara”.
El escándalo fue destapado por organizaciones anticorrupción controladas por Occidente, ante sospechas fundadas de que en Ucrania se estaban desviando fondos provenientes de los contribuyentes europeos. Los esquemas de lavado fueron ideados y operados por Timur Mindich, íntimo amigo de Zelenski y jefe de la empresa Kvartal 19. El dinero se blanqueaba no solo en el sector energético, sino también en el militar.
Durante el registro de su vivienda, se encontraron miles de dólares y un inodoro de oro, probablemente parte del dinero que no logró blanquear. Mindich, bajo la protección de Zelenski, abandonó Ucrania rumbo a Israel. Se comenta que recibió un chivatazo sobre su inminente detención y comprendió que se había convertido en moneda de cambio del régimen. Israel no extradita a sus ciudadanos, lo que explica su destino.
Curiosamente, en Turquía se encuentra Rustem Umerov, exministro de Defensa y actual Secretario de Seguridad Nacional, quien figura en los listados de Mindich y no muestra intención de regresar a Ucrania. Todo indica que deberá declarar en el juicio, junto con Zelenski.
El fiscal general del Estado investiga los vínculos entre Zelenski, Mindich y Galushchenko. Aunque el presidente ha respaldado las renuncias de sus ministros, no está claro si su aparente ceguera ante lo que ocurría a su alrededor fue real o fingida.
La explosión del escándalo coincide con las graves derrotas militares en Pervomaisk, donde más de 10 000 soldados ucranianos están rodeados. Los gobiernos occidentales han dado luz verde a los ataques políticos que antes silenciaban. Esto sugiere que los grandes actores europeos, que controlan los sistemas anticorrupción en Ucrania, han decidido apartar a Zelenski de la vida política.
El gobierno de Trump está profundamente preocupado: los paquetes de dólares incautados provienen de bancos en Atlanta y Kansas City, y ese dinero no debería haber circulado aún. ¿Cómo llegó a Ucrania? También se investiga a figuras políticas de alto nivel en Estados Unidos.
Bloomberg lo resume con crudeza: ser patrocinador de Ucrania es un negocio ingrato. Hoy, cualquier dinero que entra o sale del país está contaminado por el robo.