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Por Jorge de Mello ()
La Habana.- A las 4.50 am nuestro perrito se despertó y comenzó a tocarme con sus paticas, al parecer tenía mucho frío. La oscuridad era absoluta, me levanté para abrigarlo y efectivamente, no había luz. La temperatura muy baja me obligó a ponerme una chaqueta.
Conecté los datos móviles del celular para buscar en internet el estado del tiempo en La Habana, pero también nos habían cortado internet. Encendí la lámpara recargable y preparé café, sentado en la penumbra del comedor tomé unos cuantos sorbos de la pequeña taza.
A las 6.34 el sonido de las notificaciones de WhatsApp me avisa que han conectado internet de nuevo. Más lento e intermitente de lo acostumbrado, pero alcanza para buscar la temperatura: 12°C.
Abro WhatsApp y con extrema dificultad entra el mensaje de una amiga, nos informa que desde esta madrugada el sistema eléctrico nacional había colapsado de nuevo.
La noticia no me sorprende, pues vivimos en un país donde lo único que no acaba de colapsar es el gobierno.