CINCO AÑOS
Por Oscar Durán
La Habana.- Un lustro, cubanos. En cinco años, la situación en Cuba será favorable. Eso dijo Manuel Marrero a una televisora iraní y yo solo atiné a mirar fijamente a mi hijo por tres minutos seguidos.
Díganme, cómo le digo a Oscarito, un niño de seis años, que cuando cumpla los 11 las cosas en Cuba mejorarán. De entrada, mi niño no me va a creer porque sabe, a pesar de su corta edad, lo mentiroso que son estos gordos sinvergüenzas.
Aún así, vamos a convertir esta mentira en verdad. Pensemos por un momento que la isla será otro país en 2029. Perfecto, te felicito, Marrero. Pero ven a acá, imbécil: ¿cómo vivo cinco años más con apagones en modo verano, primavera, otoño e invierno? ¿De dónde saco comida para alimentar a mi familia hasta el 23 de agosto de 2029? ¿Cómo lo hago? Ilústrame.
Estoy por pensar de que el Primer Ministro de Raúl Castro dio la entrevista para hacerse el charlatán delante de cuatro o cinco iraníes y dando por seguro de que sus declaraciones quedarían ahí.
Pues no. En este mundo de hoy se sabe todo. Incluso, las mentiras y los disparates llegan más rápido que los motoristas de la Seguridad del Estado a la casa de Jorge Fernández Era.
Las declaraciones de Marrero son dignas para darle un bofetón nada más pise la pista del destartalado aeropuerto José Martí. O estaba fumando paraguaya en Irán, o ya está listo para ingresar a Mazorra. Y les digo más, me parecía estar viendo a Alejandro Gil sentado frente a Randy Alonso y diciéndole: “no renunciaremos a los principios fundacionales de la revolución, jamás renunciaremos a nuestro socialismo de justicia social…”
Es para cogerlo con una plancha de carbón -otra vez de moda en Cuba por la crisis energética-, sacarle la lengua y quemársela por falta de respeto.
“Iremos poco a poco y a paso firme”, dijo. Ahí mismo apagué el televisor. Fue demasiado.
Este circo sigue dando funciones gratuitas y uno está cansado de verlo. Dan asco. Fíjense si dan asco, que, según Marrero, dentro de cinco años Cuba estará mejor gracias a la ayuda de Venezuela -un país en ruinas-; Rusia – Putin tiene otros asuntos en su agenda y Cuba no cuenta-; e Irán, una nación que está enfocada en lanzarle cohetes a Israel.
Con esos países cuenta el castrismo para prosperar dentro de cinco años. Si mi abuelita estuviera viva, al ver tanto desparpajo, exclamaría desde su taburete:” ¿por qué no se van para la porra?”