Por Víctor Ovidio Artiles ()
Caibarién.- Ni sé en qué momento instalé este video-juego pero debo reconocer que es espectacularmente real. Está diseñado, como casi todos, por niveles o temporadas. Cada ascenso de nivel trae nuevas complicaciones. Los creadores se esmeraron, sin dudas.
A diferencia de otros juegos, en éste no dejas metas vencidas. Lo que hicieron sus diseñadores es agregarle nuevas metas. Ayer mismo comencé a jugar un nuevo nivel que le llaman «Charcoal Battle, a Hard survival Adventure», que para los que no tienen idea de Inglés es «Batalla del Carbón Vegetal, una dura aventura de supervivencia».
Desde el primer instante, apenas das PLAY, se te acaba el carbón en la casa. Tu personaje es un valiente caballero que desde niveles previos vive sorteando obstáculos con la electricidad, el agua, la mugre, los precios, la desidia y otros villanos.
También el personaje tiene que batallar contra la desconfianza y los malsanos que lo quieren clasificar. Duro el juego, porque todos esos males siguen estando en este nivel.
Montas tu caballo y sales por toda la comarca y no encuentras carbón. Tienes que cocinar en un rato de la madrugada y luego ingerir fríos los alimentos. En la vivienda habitan niños de la familia del personaje también. El nivel está duro pero no puedes rendirte sino seguir hasta vencer o que te salga en la pantalla GAME OVER.
Encontré un bono que te deja asumir algún personaje de refuerzo. Ufff, como hay. Todo tipo de superhombres, sin embargo decidí escoger a Sabio, uno de los siete enanos amiguitos de Blanca Nieve.
La habilidad de este refuerzo es poner a trabajar a otros cuatro enanos en la extracción de diamantes, un quinto los traslada y él los almacena y los que no sirve se los da a otro enano para que los deseche. Trataré de acopiar unos cuantos diamantes para comprar una bala de gas licuado y pasar de nivel.
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