CAMPAÑA CONTRA LA CORRUPCIÓN EN CUBA… ¿Y LOS DE CUELLO BLANCO?

Por Manuel Viera ()

La Habana.- Por más que uno trate de encontrar una explicación lógica a la nueva versión de la campaña contra la corrupción y las ilegalidades, lanzada hace unos días desde el gobierno cubano, uno no logra entender.

Mientras en el mundo se promueven las fechas navideñas para acelerar el crecimiento de la economía doméstica, buscando que sean fechas de felicidad y alegría para las familias, en Cuba se lanza una cruzada de decomisos, multas y detenciones, la mayoría de las veces arbitraria.

Horribles son las imágenes de un barrio aledaño a la CUJAE donde, incluso, se usó armas de fuego, así como los decomisos realizados en Santiago de Cuba y otras provincias del país.

¿Por qué esperar a fin de año para lanzar esta campaña? ¿Por qué hacer aún más infeliz la vida a un pueblo que ya sufre entre la escasez de todo tipo, miseria, apagones y la falta de servicios básicos?

¿Acaso no saben que lo único que consiguen con eso es que los dueños de negocios cierren puertas de establecimientos, que la inversión decaiga, que la escasez aumente y que se incrementen aún más los precios?

¿Acaso era preciso hacer eso ahora? ¿Incluirán también en su campaña la lucha contra la corrupción institucional y el delito de cuello blanco? ¿Incluirán también la lucha contra los vendedores del llamado ‘químico’, que tanto que abunda en cada barrio?

¿Acaso eso que llega de forma ilegal a las manos del pueblo no sale de empresas, instituciones, incluso grupos y ministerios? ¿Por qué atacar al pueblo, en su eslabón más bajo: al señor que vende maní, la señora que vende flores, y no al barrigón que roba en un almacén, que desvía una rastra o que rompe las cámaras de la pesa en un puerto para robarse toneladas de productos importados?

¿Incluirá la cruzada también una revisión a los bares y mipymes de los ricos, de los hijos y nietos de…? ¿Incluirá también una auditoría a esos que gastan euros en El Corte Inglés y tienen dinero para pasearse por Europa a la vista de un pueblo sumido en la miseria? ¿O la única lectura que tiene esto es esa de hacerle más miserable la vida al pueblo y dejarle el obvio mensaje de «aquí mando yo y hago las cosas como y cuando me da la gana»?

Y entonces… ¿cuándo van a lanzar campañas productivas? ¿Cuándo campañas para encender industrias paradas… campañas para sembrar el campo, para abastecer mercados y pagar jubilaciones y salarios justos?

¿Acaso no es la miseria y la escasez el caldo de cultivo de ilegalidades y corrupción? ¿Por qué ir contra las consecuencias y no contra las causas?

No es represión, ni censura, ni el absurdo hipercontrol, ni las multas, ni las diferencias abismales, ni los decomisos lo que garantizará un poquito menos de sufrimiento al pueblo en las fechas navideñas.

¡Eso… coño, eso ustedes lo saben!