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Avión: La maldición de Boeing, un rosario de accidentes

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Nueva York.- Un Boeing Dreamliner de Air India se estrella y el gigante de la aviación revive la pesadilla que lleva años intentando superar: una nueva y profunda crisis que amenaza con asestar un duro golpe a su reputación.

El accidente del 787 en India casi parece una maldición: tras las tragedias de 2018 y 2019 con el 737 Max, en las que perdieron la vida más de 300 personas, la atención se centra ahora en el Dreamliner, uno de sus aviones más populares, cuyo nombre se eligió mediante un concurso público en el que participó medio millón de personas.

Se desconocen las causas del accidente y probablemente se tarden meses en determinarlas, pero mientras tanto, la especulación es desenfrenada.

Algunos centran la atención en los motores del avión, fabricados por GE Aerospace, cuyos precios han caído más del 2% en Wall Street, mientras que Boeing se hunde casi un 6%.

Si bien el Dreamliner no ha sufrido accidentes mortales desde que entró en servicio en 2011, ha tenido un recorrido accidentado.

En 2013, las autoridades de aviación ordenaron la inmovilización de toda la flota mundial de 787 debido al riesgo de incendios asociados a fallos de batería.

Problemas con los aviones

Más recientemente, un exingeniero de Boeing reportó problemas con la producción del Dreamliner, señalando secciones del fuselaje que no estaban correctamente aseguradas y que podrían romperse en vuelo tras años de uso.

Boeing respondió con una serie de pruebas, tras las cuales reiteró su plena confianza en el avión. Actualmente, hay más de 1100 Dreamliners en servicio en todo el mundo.

El que se estrelló en India se entregó en 2014 y acumulaba más de 41 mil horas de vuelo y unos 8 mil despegues y aterrizajes, el promedio para una aeronave de su edad.

Para Boeing, el accidente se produce en medio de los esfuerzos por restaurar su reputación tras los accidentes del 737 Max y la casi tragedia del desprendimiento de la puerta en pleno vuelo en enero de 2024 a bordo de un avión operado por Alaska Airlines.

Los incidentes han provocado una grave crisis para la icónica compañía estadounidense, provocando cambios en la cúpula y dejando sus cuentas en números rojos.

En las últimas semanas, Boeing alcanzó un acuerdo de más de 1.100 millones de dólares por los accidentes del 737 Max para evitar procedimientos legales y resolver la disputa.

Sin embargo, sus esfuerzos corren el riesgo de verse socavados por la nueva tragedia que reaviva las dudas sobre la seguridad de sus aeronaves. (ANSA)

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