Enter your email address below and subscribe to our newsletter

Comparte esta noticia

Por Pedro Monreal (El Estado como tal)

La Habana.- Las recientes declaraciones del ministro de Economía de Cuba revelan la inconsistencia de la visión oficial para superar la recesión a corto plazo. Además, muestran la crisis estructural en un plazo mayor. No puede dar respuesta porque no la hay dentro del marco de la “conceptualización”.

Si no se renuncia a un esquema de planificación centralizada y se reemplaza este con un sistema económico con “cálculo económico”. Este sistema debe basarse principalmente en la función de los precios del mercado. De lo contrario, se descarta el cimiento para superar la crisis estructural.

La presentación ministerial transitó por la usual carencia de autocrítica sustantiva por parte de los funcionarios cubanos. Esta se refleja en recriminar principalmente a otros, hacer malabarismos semánticos y soltar frases huecas para el graderío.

Se mencionaron tres factores del llamado “programa gubernamental para la estabilización macroeconómica”: aumento de las exportaciones, reforma del mercado cambiario, y reducción del déficit fiscal. Sin embargo, las nociones expuestas sobre estos son cuestionables.

Sistema cambiario, recaudación… palabrería

Es un error enfocarse exageradamente en una visión recaudatoria de las exportaciones. El problema es mucho más complejo: debe transformarse la especialización internacional del país (exportaciones e importaciones) para potenciar la creación de ingreso nacional.

La anodina expresión “reforma del sistema cambiario” desvirtúa la realidad. Hay varios segmentos de mercado cambiario incluyendo el informal, del cual el gobierno se ha desentendido a pesar de su relevancia. Ni siquiera se menciona qué tipo de régimen cambiario se proyecta.

En materia fiscal no solamente se trata de reducir el déficit, lo cual es una dinámica necesaria. Además, se debe plantear una meta factible de déficit. Esta meta podría ser alrededor de 5% en un plazo relativamente breve.

La presentación incluyó una repetición del usual cantinfleo oficial sobre la dolarización. Citando: “No nos queda más opción que avanzar en una dolarización parcial, aunque el objetivo final sigue siendo la desdolarización. Esto lo reiteramos”.

Según el ministro, existe en Cuba una brutal desigualdad en la distribución del efectivo y del ahorro. Señaló que “el 10% de la población concentra el 60% del efectivo fuera del sistema bancario. Además, el 2% de los cuenta ahorristas posee más del 50% de los saldos bancarios”.

Serio: ¿revitalizarán la producción de azúcar?

Lo que indica esa medición específica de desigualdad es que existe una base de ingresos/ahorros que potencialmente pudieran financiar inversión privada. Así contribuirían a la capacidad de oferta que debe anteceder otras medidas.

El eventual argumento de que una mayor inversión privada fortalecería un sector capitalista que crearía desigualdad sería discutible. Parece difícil superar eso que ya existe de 2% controlando 50% del ahorro bancario y además se crearían empleos y salarios.

La inacción oficial se refleja en que más del 50% de la estructura empresarial siga siendo presupuestada, con OSDEs de tamaño ministerial. ¿Cómo van a superar eso sin bancarrota, transferencia de activos al sector privado/cooperativo y autorización de gran empresa privada nacional?

Probablemente el clímax de la alucinación fue hablar de “revitalizar la producción azucarera, con tres zonas priorizadas, para alcanzar los niveles de producción de los años 70”. Es decir, 8 millones de toneladas. ¿A quién quieren embaucar?

Deja un comentario