«A MENOS QUE NO LE HAIGA DADO TIEMPO»

Por Víctor Ovidio Artiles ()

Caibarién.- Una vez convencido por mis amigos de no retirarme, no me queda más remedio que seguir. Pues, anoche en el noticiero pusieron varios habaneras, habaneros y habaneres, dando sus opiniones sobre el hecho de que el viejo tieso nos sacara de la espuria lista.

Hay que reconocer que todos dijeron lo mismo, como si no tuviesen lenguaje propio pero no pienso hablar de eso.

Entre los entrevistados, una muchacha se llevó las palmas. Cuando digo ‘se llevó las palmas’, es que se las llevó de verdad, con pencas, con palmiche, con desmochador enganchado, con nido de pájaros carpinteros, con puerco comiendo palmiche en un fanguero, con niños deslizándose loma abajo en yagua.

La mulata, muy emocionada, se alegró, como debía, de ser sacados de la espuria, regañó al viejo seco de mantener el bloqueo, como debía, pero la metió al mar cuando soltó un haiga que casi provoca a Biden volver a apuntarnos en la listica.

Estaba acostado viendo aquello y fue una bendición. Si ese disparate me coge caminando o parado, las consecuencias hubiesen sido graves.

Tras escuchar tan espuria palabra, sentí una frialdad que recorrió mi médula espinal y me inundó el cerebro. En medio del mareo, me vinieron imágenes de muchachos, como la mulatica, uniformados, con un farol chino en una mano y en la otra lápiz, cartilla, manual… alfabetizar, alfabetizar… venceremos.

La culpa de que veamos una persona decir haiga en la pantalla del estelar, no la tiene la muchacha por no atender a la clase de Lengua Española, ni la maestra emergente, ni los padres que no le pusieron un repasador. La culpa es del periodista, a menos que sea un jodedor, que no editó ese fragmento. Digo… a menos que no le HAIGA dado tiempo.