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Por Redacción Nacional
Matanzas.- Mientras Cuba lidia con el repunte de chikungunya y el país entero atraviesa una crisis sanitaria que ya no sorprende a nadie, en Matanzas comenzaron a probar Jusvinza, un medicamento del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) que ahora intentan utilizar para aliviar la poliartritis residual en pacientes convalecientes. La prensa local confirmó el inicio del ensayo clínico, casi como quien anuncia una tabla de salvación en medio de un mar lleno de grietas.
El estudio reúne a 120 personas entre 19 y 80 años, todas con el mismo relato: superaron la enfermedad, pero el cuerpo se quedó atrapado en un dolor que no se va. En el Hospital Faustino Pérez, los especialistas del CIGB, encabezados por Yudisay Reyes Pelier, buscan comprobar si Jusvinza puede hacer lo que la infraestructura médica no ha logrado garantizar: aliviar, aunque sea un poco, la carga que dejaron los mosquitos y la falta de control epidemiológico que se repite año tras año.
Aun cuando Matanzas muestra una «ligera» mejoría, la realidad nacional camina en otra dirección. La viceministra Carilda Peña García informó que 38.553 personas permanecen ingresadas por Síndrome Febril Inespecífico, la mayoría desde sus casas porque la red hospitalaria no da para más. Y aunque dijo que los casos graves han disminuido durante cuatro días consecutivos, 77 pacientes siguen en cuidados intensivos, atrapados en un sistema sanitario que intenta sostenerse como puede.
A esto se suma la vigilancia obligada ante cuatro arbovirosis que siguen rondando: dengue, chikungunya, oropouche y zika. El matemático Raúl Guinovart Díaz presentó una proyección nada favorable para las próximas semanas, una advertencia que ya no sorprende a un país acostumbrado a escuchar que lo peor está por llegar.
Las autoridades repitieron el mensaje de urgencia: acudir al médico ante fiebre alta, dolor muscular, sangrado o erupciones. El problema es que, en una nación donde más de la mitad de los casos febriles se monitorean desde la sala de la casa y donde la escasez de medicamentos es un viejo conocido, “acudir” no siempre significa recibir atención inmediata.
La investigación con Jusvinza avanza, sí; pero lo hace en medio de un escenario donde las epidemias regresan, las cifras crecen y la población vuelve a enfrentar, prácticamente sola, otro capítulo de una crisis sanitaria repetida y anunciada.