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Sin respaldo productivo, no hay mercado: la ficción cambiaria del peso cubano

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Por Pedro Monreal (El Estado como tal)

La Habana.- Por el momento, lo que se dice sobre “relanzar” el mercado cambiario oficial es una murmuración. No se mencionan dos temas cruciales: resolver la falta de respaldo productivo del peso cubano y el tipo específico de régimen cambiario.

La estabilidad de un mercado cambiario depende esencialmente de la capacidad de mantener el valor de la moneda nacional y eso, a su vez, solamente es posible cuando existe capacidad de respuesta de oferta. Sin respaldo en la economía real, el mercado cambiario oficial cubano funcionaría como ficción o como chapuza.

Las relaciones en un mercado cambiario no se limitan a que la escasez de divisas incrementa la demanda de estas, sino que la insuficiente oferta de bienes y servicios en pesos cubanos genera aumento de precios en esa moneda y la deprecia relativamente. Con pesos apaleados no habrá mercado cambiario robusto.

Se sigue hablando oficialmente como si solamente se tratase de “relanzar” lo que antes fue el mercado del CUC y se nos dice, con pasmosa amnesia, que la unificación cambiaria sería “un suicidio”. No es serio salir con eso a estas alturas del juego.

No haber implementado la unificación monetaria y cambiarla es una distorsión del programa del “ordenamiento” por la que el gobierno no asume responsabilidad, a la vez que glorifica la dolarización que es una distorsión monumental.

La necesidad de ser coherentes

Mientras se siga conjeturando oficialmente sobre algo a lo que de manera laxa se le llama tasa de cambio “flotante”, sin definir qué tipo de régimen cambiario se establecerá, no podrá avanzarse en un debate razonado.

Asumir, como parece estar haciéndose, que no tendría consecuencias la convivencia de al menos dos tasas de cambio distintas, implica el riesgo de mantener una fábrica de distorsiones.

En 2020 dijeron que la unificación monetaria y cambiaria era algo meditado durante más de diez años y al final nunca llegó a cuajar ¿Cuán creíble pudiera ser enganchar ahora la marcha atrás con eso que acaban de improvisar de que la unificación es un “suicidio”?

Por supuesto que la secuencia es importante. Haber adoptado una inadecuada, influyó decisivamente en el fracaso del “ordenamiento”. La vaguedad actual sobre la secuencia respecto al mercado cambiario y acerca del “programa de gobierno” no promete mucho.

Finalmente, algo de coherencia no vendría mal: se mantiene un documento político (“conceptualización”) rector de la política económica que defiende la unificación monetaria y cambiaria a la vez que se afirma en medios oficiales que eso sería “un suicidio”.

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