Pinar del Río: La orden de botar muestras de sangre que oculta una epidemia»

Por Tania Tasé ()

Berlín.- Me llega de la provincia de Pinar del Río una información muy importante. Este, el de la foto, es el policlínico Pedro Borrás Astorga, del municipio del mismo nombre.

El personal de laboratorio de TODOS los policlínicos de la provincia ha recibido una orden de sus directores, quienes la han transmitido porque la orden viene de muy «arriba», de botar las muestras de sangre de pacientes que llegan aquejados con síntomas de arbovirosis.

¿Cómo funciona?

No quieren decirle a los pacientes que no hay reactivos para analizar las muestras de IGM. Por tanto, les extraen la sangre y les dicen que el resultado estará listo en siete días. Luego, si el paciente está aún vivo después de una semana, recibe un resultado negativo a los arbovirosis en su consultorio médico o en su mismo policlínico si va a buscarlo ahí.

No quieren que se sepa el número real de infectados, ni mucho menos de los fallecidos a consecuencia de algo que no puede saberse siquiera qué es.

Una sola persona me ha contado de varios casos de muertes en personas jóvenes solamente en su vecindario. Tengo un audio de un hombre que está en shock porque asistió al velorio de un vecino y, solamente en una sola funeraria, pequeña por demás, había en un solo día 17 cadáveres. Cosa que no vio siquiera en tiempos de COVID.

Muchas preguntas sin respuesta

He tratado de ser lo más exacta posible al hacer esta publicación, sin perjudicar a las personas que me han dado la información. Estas personas se debaten entre el estado de terror que provoca lo que les puede costar si revelo sus identidades, y las torturas de su propia conciencia si callan. Están viendo morir personas a diario y también están recibiendo amenazas de represión severa si abren la boca.

En este policlínico ahora hay un cambio de dirección; ahí está la foto de la directora saliente y del nuevo que recibe. Ellos son los que reciben las órdenes y obligan a otros a ejecutarlas, formando parte de una cadena diabólica que empieza en las más altas esferas del régimen cubano.

¿Por qué no quiere el régimen declarar emergencia epidemiológica?
¿Por qué cerrar las vías de una ayuda que recibirían de inmediato de la Organización Mundial de la Salud?
¿Por qué tener en sus negras conciencias la muerte de tantos cubanos?
¿Qué ganan con eso?

¡Malditos, malditos sean todos! Los que dan las órdenes y los que las ejecutan.

Esto es un crimen de exterminio.

Hablen y denuncien a pesar del miedo. Hay niños muriendo, gente joven muriendo, gente sana enfermando de no se sabe qué y muriendo.

Niéguense a cumplir esa orden que le cuesta la vida a otros.