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Por Hermes Entenza
Núremberg.- La estupidez se ha convertido en una moda. Es chic hablar bazofia e inmiscuirse en actos de tanta levedad intelectual, que llegan causar espanto.
El mundo está jodido. ¿Hemos llegado al «Point of no return»?
Siempre he creído en la voluntad humana para mejorar como seres racionales, pero estas dos «propuestas», una foránea y otra en mi patria, Cuba, me tientan a pensar que ya no tenemos solución.
La primera nos lleva a la destrucción del legado artístico y espiritual, en pos de encontrar tontuelos que alaben la ¿osadía? y el escándalo, sumando Likes en redes sociales sin un sentido de responsabilidad con la historia de la humanidad.
Si esos jóvenes la hubiesen tomado con lugares donde se incumplen tratados de cooperación entre naciones, lo podría entender.
La segunda nos lleva por similar camino:
Destrozar la espiritualidad de una nación, en pos de sumar tontuelos que aplaudan la ¿osadía? de gritar a favor de un partido político único y sin sentido de responsabilidad con una nación que sufre.
Si ese escrito fuera en un país donde hay pluripartidismo, y respondiera a una propaganda para ganar adeptos que pudieran escoger entre varias opciones políticas, lo entendería.
Alguien podría decir que son dos productos humanos diferentes, que no tienen nada en común, pero son lo mismo: el desguace del arte universal, y de una nación.
La primera es una acción, supuestamente en contra del colonialismo, y el segundo es un post a favor del colonialismo ideológico.