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Por Víctor Ovidio Artiles ()

Caibarién.- Hoy se celebra el Día Internacional de los Transportadores Médicos, alias Ambulancieros. Ese grupo laboral se caracteriza, en estos tiempos por su puntualidad. En Japón te caes del piso 25 de un edificio, alguien del piso 22 te ve pasar y llama a Emergencias y cuando rebotas, se bajan de la ambulancia, dos japoneses (Akira y Haruki) vestidos de blanco, cargando una camilla.

Aquí se tira un tipo de un avión a veinte mil pies de altura, el piloto llama a Emergencia, lo coge Yamilasky cuando quiere, le dan los datos del caído y el lugar donde se apolimará. Yamilasky, sin machucarse mucho, empieza a llamar al puesto de mando de ambulancias:

-¿Es ambulancia?

– Sí dime, soy yo, Jesuito. ¿Qué vuelta Yami?

– Jesu mijo, un tipo que se tiró de un avión.

– La gente anda mal. ¿Dónde cayó?

– En Hatillo, mijo

– Clase loco, la mía. Pues está frito. La ambulancia salió ahora pa Sierra Morena, un ahorcado.

– Ay Dio, Jesu. Bueno…cuando puedas. Besitos

– Besitos muñeca.

El caído termina de caer, rebota, suelta lo que suelta y ahí está. Un guajiro lo ve, llama a otro y un tercero avisa al administrador de la Cooperativa que llama a la Policía y estos a la ambulancia. Jesuito le explica al teniente del viaje a Sierra Morena y que eso demora.

Los guajiros sacan sus celulares y graban la escena y la comparten y hacen directas. Las tiñosas también se enteran del lío y se posan en un árbol a esperar. Tiñosa 1 le pide calma a Tiñosa 2 pero ésta le dice que no tiene sangre para esperar tanto. La secretaria del administrador saca el carné del caído, averigua por él, llama a una amiga que conoce a los familiares. Tres horas después llega la familia, menos Jeiker, el hijo mayor que vive en Chile. Lloran, se abrazan, azoran las tiñosas, hablan con Jeiker que ya está en el aeropuerto Arturo Merino de Santiago. Los guajiros van pasando por el lugar. Tapan al caído, le traen algo de comer a los familiares. El administrador manda a buscar un rifle para ahogar las penas. El sol derrite un ladrillo y todos se preocupan, menos las tiñosas.

Se escucha un sonido de automóvil. Todos se preparan para la recogida en la ambulancia. Un auto amarillo llega y se baja Jeiker dando gritos. Se da un trago y azora las tiñosas que se han puesto valientes.

La Secretaria trae café y una lámpara recargable. Dice que habló con Jesuito y ya la ambulancia descargó y va en camino. Las tiñosas levantan vuelo y se alejan. Jeiker aprovecha para actualizar a la familia. La secretaria le salsea a Jeiker y el administrador se pone bravito. Arranca el yipe y se pierde. Una hora después se ven dos luces y la secretaria le dice a Jeiker que al administrador se le pasa el genio rápido. Se fija bien y chilla: «llegó la Cruz Roja».

¡Felicidades Transportadores Médicos! ¡Felicidades Akira y Haruki! ¡Felicidades Jesuito!

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