Enter your email address below and subscribe to our newsletter

Las Chicas del Radio

Comparte esta noticia

Por Edi Libedinsky ()

Entre 1917 y 1926, a las mujeres que pintaban las esferas de relojes que brillaban en la oscuridad se les decía que el radio era seguro. Además, se las obligaba a lamer sus pinceles. Sus mandíbulas se pudrieron. Décadas más tarde, la radiación de sus huesos todavía era medible.

El caso de las Chicas del Radio cambió para siempre las leyes laborales.

Las mujeres, más tarde conocidas como las Chicas del Radio, trabajaban para empresas como la United States Radium Corporation. Se las alentaba a usar una técnica llamada «apuntado con labios» para mantener las puntas de sus pinceles finas.

Sin ser conscientes de los peligros, ingerían pequeñas cantidades de radio a diario. Ellas creían que era inofensivo e incluso saludable, como se afirmaba popularmente en ese momento.

Pronto, muchas comenzaron a sufrir de anemia, fracturas óseas y una horrible afección en la que sus mandíbulas se desintegraban. Esta enfermedad más tarde se llamó «mandíbula de radio».

Cuando los médicos y dentistas comenzaron a vincular las enfermedades con la exposición al radio, las empresas negaron toda responsabilidad.

Varias de las mujeres emprendieron acciones legales. A pesar de los inmensos desafíos, sus demandas atrajeron la atención nacional sobre los peligros de los materiales radiactivos en el lugar de trabajo.

Su coraje llevó a protecciones laborales más fuertes, estándares de seguridad industrial más estrictos y mejores regulaciones en el lugar de trabajo. Dejaron un legado duradero en la salud ocupacional y los derechos de los trabajadores.

Deja un comentario