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Por Pedro Monreal (El Estado como tal)

La Habana.- Lo más llamativo sobre “las cifras de GAESA” que se debaten hoy en la prensa y redes sociales no es solamente su verosimilitud cuantitativa y credibilidad de fuentes. Más relevante es la “normalización” de excluir a los ciudadanos cubanos del acceso a información relevante.

Hasta ahora, los intercambios entre economistas se han centrado en el aspecto cuantitativo, sin dudas importante. Sin embargo, en mi apreciación -utilizando jerga económica- esa discusión ha transitado rápidamente hacia un debate con “rendimientos decrecientes”.

Inicialmente pensé que quizás pudieran haber aparecido datos adicionales a los publicados en la prensa, pero rápidamente se hizo evidente que difícilmente eso sucedería. Por eso, las discusiones sobre las «cifras» no pasarán de ser conjeturas.

Aclaro que considero loable y útil que se analice el aspecto cuantitativo. Sin embargo, lo que le imprime el carácter de conjeturas a esos análisis no es un defecto de método, sino la propia naturaleza fantasmagórica de las cifras “reveladas”.

El examen analítico ha incluido el contraste de las “cifras de GAESA” con datos oficiales cubanos y de otras fuentes. Sin embargo, no importa cuán aceptables fuesen esos datos de contraste, el análisis sigue contaminado por el carácter especulativo de las “cifras de GAESA”.

El silencio, como es lógico

El gobierno cubano ha respondido -por omisión- a la pregunta acerca de si se escucharía alguna declaración oficial sobre el tema. No hay, ni creo que habrá, acceso público a los datos «duros» de GAESA. Como mago de feria “nada por aquí, nada por allá…”

La «noticia» pudo haber creado la oportunidad para debatir temas de orden cualitativo. Sin embargo, hasta ahora estos no han logrado captar la atención que han recibido las cifras. Paradójicamente, la dimensión cualitativa parece contar con más evidencia que la dimensión cuantitativa.

A pesar de la opacidad con la que opera GAESA, se conocen datos cualitativos verosímiles y fácilmente verificables. Por ejemplo, 1) es un conglomerado militar de empresas -incluyendo monopolios- que se ocupan de actividades comerciales en la esfera civil.

Otros datos cualitativos de GAESA: 2) el conglomerado y casi todas sus empresas tienen forma jurídica de Sociedad Anónima (S.A); 3) el espectro de actividades incluye sectores estratégicos de la economía; 4) opera en actividades que generan montos significativos de divisas.

Probablemente, el 5to dato cualitativo es el más relevante desde el punto de vista político: no rinde cuentas públicamente a los ciudadanos ni a sus representantes. Este “blindaje” incluye no estar sujeta a la supervisión de la Contraloría General de la República.

GAESA, punta de lanza de la dolarización

Con su alto peso del comercio en divisas, comunicaciones y precios monopolistas abusivos, GAESA funciona como un implacable “extractor” de divisas de las familias cubanas.

Además de la atención que debe prestarse a las cifras, es relevante conceder atención a cuatro temas. El primero es entender que desde una perspectiva de desarrollo no es necesaria la existencia de un enorme conglomerado militar monopolizando actividades de la economía civil.

Otros 3 temas relevantes: b) ¿hacia dónde «se ha ido» la parte del ingreso nacional PIB que se ha «liberado» como resultado de la brutal compresión de la remuneración de trabajadores como % del PIB?; c) reducir la opacidad y regularizar la rendición de cuentas e GAESA.

El cuarto tema: asumiendo que la dolarización es un error, pero considerando que es una realidad, entonces también debería dolarizarse parcialmente el presupuesto nacional. Esto permitiría “socializar” de manera transparente divisas que hoy son «retenidas» por corporaciones.

Al tema sobre si el bienestar ciudadano necesita en Cuba el liderazgo de accionistas anónimos de un conglomerado militar dedicaré una próxima nota.

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