
Newsletter Subscribe
Enter your email address below and subscribe to our newsletter
Por Joel Fonte ()
La habana.- No se trata de una alusión estéril a la máxima clarividente del que es considerado como el filósofo español más relevante del siglo XX en Europa. Se trata, eso sí, de una exhortación a abandonar la ceguera egoísta inducida por décadas de adoctrinamiento castrista.
Es una manipulación de conceptos tan determinantes como el bien y el mal. La justicia, la Patria, el ejercicio del civismo y la criminalización de toda forma de protesta son vías para alcanzar la redención de derechos consustanciales al ser humano. Además, tantas otras formas en que la conciencia formula pasos a la acción también son manipuladas.
No existimos como individuos aislados, sino siempre en relación con nuestro entorno. Si para algo sirve hoy a los cubanos esa idea de Ortega y Gasset, es para comprender la urgencia de identificarnos con el drama que sufre nuestra nación. También con el dolor por el abandono, la miseria, el hambre y la carencia de las condiciones más básicas para la vida que sufren millones de seres en nuestro suelo. A estos se les niega su humanidad intrínseca.
Quien no se conmueva ante el dolor humano y no sea impulsado a la piedad, está retorciendo su espíritu. Pero quien habiendo entendido que puede ayudar también a eliminar las causas del drama social, económico y político del país, se queda inerte. No reacciona y no va a ocupar su sitio en la lucha. Ese es además un individuo desprovisto de realismo, un autómata de su egoísmo. Sin embargo, transformar para bien la realidad que atenaza a los más expuestos primero es fundamental. Luego, como un cáncer, hace metástasis en todo el cuerpo de la sociedad.
Porque el mal que hoy corroe la vida de los otros, solo se está alistando a saltar con la furia que genera la impunidad, sobre nosotros mismos.
Así ha sido por décadas, y así seguirá siendo mientras no obremos conforme a esa dignidad que nos preserva el humanismo.
No más dictadura en Cuba. Basta de tolerar injusticias.