
Newsletter Subscribe
Enter your email address below and subscribe to our newsletter
Por Sergio Castillo ()
Salamanca.- Resulta recurrente leer y a veces escuchar a cubanos que, ante la desastrosa situación política, económica y social que impera actualmente en Cuba, manifestar que “con Fidel esto no pasaba”.
Respondo: sí pasaba. Primeramente, porque una de las causas más importantes de la grave crisis, que soporta sin solución de Miguel Díaz-Canel, fue el desmantelamiento de la industria azucarera que emprendió Fidel en 2002 con la llamada Tarea Álvaro Reynoso. Al extremo de que, de 160 centrales, actualmente malmuelen 23.
La doctrina ideológica de «Socialismo o Muerte» la implantó Fidel con su carga intrínseca de inmovilismo, y como hoy «somos continuidad», es el padre del agotamiento de esa doctrina.
Fidel fue quien creó la distribución igualitaria, la doble moneda, la tasa de cambio rígida y la distorsionada doble contabilidad.
También fue el principal artífice del incremento desmedido del gasto público sin respaldo productivo, de la ineficiencia y quiebra de empresas estatales, de los subsidios a productos y no a personas.
Con Fidel no podíamos entrar ni al lobby de un hotel, mucho menos hospedarnos, ni salir del país sin permiso.
Y con él, el dólar y demás divisas tenían impuestos por los que recibías solo el 85 por ciento de las remesas.
Con Fidel tampoco se cumplieron ni funcionaron los ajustes, ni los planes quinquenales, ni las nuevas políticas económicas, ni la rectificación de errores y tendencias negativas, ni funcionó el Cordón de La Habana.
Tampoco se logró desecar la Ciénaga de Zapata, ni los 10 millones de toneladas de azúcar, ni se produjo más leche que en Holanda, ni más cítricos que en la Florida, y tampoco se pagaron las deudas.
Con Fidel comenzó la debacle de lo que quedaba y se cometieron los errores que aún hoy lastran la economía en la isla. Se exterminó la clase media y sus beneficios para la economía.
Asimismo, con Fidel se mutiló cualquier posibilidad de cambio a futuro, eternizando el fracasado Socialismo y eliminando alternativas políticas.
Lo que pasa es que ya todos los recursos materiales, políticos, ideológicos, económicos, financieros, intelectuales y espirituales con los que contó Fidel, se han agotado.
Con Fidel se mutiló la familia y se fragmentó la sociedad. Por eso estamos viendo lo que vemos y nunca se había visto, pero que con Fidel igual lo íbamos a ver. Fidel sembró los vientos de las actuales tempestades.