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El cierre irracional y descarado que han dado la fiscal general Pam Bondi y el director del FBI, Kash Patel, al escándalo de la Lista de Epstein, demuestra que no importa quién gobierne a EE.UU. para que la impunidad política siga siendo el arma del Deep State.
Es imposible cerrar una investigación como la de Epstein, con cientos de denuncias de víctimas, flight logs (documentos de tránsito aéreo), pagos por traslados y estancias de menores junto a sus victimarios —figuras de alto quilate en política y entretenimiento— e incluso la incautación de pornografía infantil en las mansiones de los acusados y por los que ambos fueron encarcelados.
Las razones jurídicas formales del encarcelamiento de Jeffrey Epstein en 2019 están claras, y se basaron en acusaciones de tráfico sexual de menores con pruebas documentales, testimonios y evidencias físicas. Pero también hay razones de fondo, más estructurales y estratégicas, que explican por qué fue arrestado en ese momento y no antes, a pesar de que sus crímenes eran conocidos desde hacía casi dos décadas.
En 2005, en pleno gobierno de Obama, las denuncias e investigaciones del FBI fueron selladas con acuerdos de compensación y confidencialidad a las víctimas, porque ya era un secreto a voces que muchos políticos y personalidades mediáticas disfrutaron de sus fiestas y servicios personalizados.
Parecía que con Trump estos nuevos cargos reabiertos hasta la condena de Epstein en 2019 serían esclarecidos. El público esperaba el listado para ver a la justicia americana finalmente dar un escarmiento a esos depravados que se arrogan el derecho de dirigir nuestras vidas.
No fue así, y lo que tanto criticamos al presidente demócrata lo vuelve a hacer el líder del Movimiento MAGA en un juego de silencios que erosionará en su base conservadora y … Bingo… le dará mas combustible a Elon Musk para crear su nuevo partido.
No se puede insultar la inteligencia del pueblo americano de un modo tan arrogante. Menos aún la de los hasta hoy seguidores apasionados de Trump y demás patriotas y conservadores que hemos exigido el peso de la ley contra ese tipo de impunidad y aberraciones.
No es la primera vez que esto ocurre. Escándalos similares son muy conocidos —y otros no tanto— como el del ministro de Defensa británico John Profumo en 1963, el caso Franklin de Nebraska en 1990, o el del lobbista Craig Spencer en 1989, quien organizaba orgías en la propia Casa Blanca durante la administración de Bush padre.
En inteligencia y contraespionaje este tipo de operaciones se llama Kompromat, una técnica usada por los soviéticos, pero adoptada también por la CIA, el FBI, el Mossad, el MI6 británico y hasta el G2 cubano. Es un chantaje a políticos y figuras de influencia, tanto mediática como judicial, usando sexo inapropiado o pederastia con el fin de convertirlos en comodines útiles para cualquier fin.
Parece que este ha sido el plan en esta nueva era MAGA: silenciar un escándalo porque es necesario mantener el chantaje sobre esas élites de ambos lados de la política, el entretenimiento y las finanzas, para que Trump pueda terminar el mandato.
Los presuntos implicados se han justificado diciendo que NO participaron en nada y que solo usaron los aviones o las casas de descanso del pederasta confeso.
Lo que nadie pregunta —ni mucho menos contestan— es: ¿cómo puedes relacionarte con una persona con tan baja moral y tan alto grado de perversidad, incluso siendo convicto?
Tanto la secretaria del DOJ como el director del FBI, leales a un Trump que ha preferido no pronunciarse frontalmente, acaban de darse un tiro en el pie… y tambien otro más directo al corazón del Movimiento MAGA.
No pasará nada. Como tampoco con Puff Daddy. Demasiados pesos pesados en este juego depravado de usar niños y jovencitos para “divertirse”. Y también demasiados americanos mirando hacia el otro lado porque se nos caen los héroes políticos.
Aqui hay una sola moraleja más terrenal: si usted piensa hacer una fiesta subida de tono en su casa, primero pídale ID a los invitados. Un menor de edad, o una loca a la que sin querer le toque las nalgas, será suficiente evidencia para que se pudra en la cárcel. Usted no tiene un amigo poderoso y de tanta influencia política como Epstein que quiera cubrirlo.
Tenía qu decirse Y LO DIJE