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Por Oscar Durán
La Habana.- Ustedes disculpen mis perreticas de vez en cuando, pero ahora mismo estoy al borde de la desesperación. Esto ocurre después de 29 horas seguidas sin electricidad. Por ahí me enteré del ataque de Estados Unidos a Irán, cosa que me importó tres camiones de pi…ñas importadas de Ciego de Ávila para Haití. No me interesa, por mí como si se forma una Guerra Mundial.
Llevo años viviendo una Guerra Local dentro de un país llamado Cuba del Infierno. Un país meme donde un presidente te habla de democracia y resistencia creativa como si fuera un cura hablándole con el corazón a sus feligreses.
Antes uno tomaba a risa todo eso, pero ya nada me causa gracia. Aquí la gente parecen zombies. Hasta los compradores de “cualquier pedacito de oro” se extinguieron. Solo quedan mendigos durmiendo en portales y ancianos levantádose a las tres de la mañana para la cola del cajero. También cuatro viejas sin dientes haciendo una cola fantasma del gas y seis o siete comunistas doble moral cogiendo el Granma para limpiarse el ministerio del interior. Eso va quedando en esta mugre de país.
Que nadie le llame nación a Cuba. Esto es un pedazo de tierra en el mar Caribe luchando porque el agua no nos tape la cabeza. Hace rato nos traspasó el cuello. Decía Aute “que todos los caminos conducen a Roma”. Este camino llamado Cuba conduce a la desgracia y a la desesperación. ¡Qué terriblemente absurdo es estar vivo! Ni latidos tenemos.
A ver, díganme: ¿en qué momento nos convertimos en un meme? Si vas a un hospital, el lapicero del médico no tiene tinta. Entonces, no puede ponerte la dirección del hombre que vende medicamentos en el CDR 5 Josué País. Cuando vas a una reunión en la escuela de tu hijo, la maestra tiene sexto grado de escolaridad. Ella no sabe redactar una oración de tres palabras, como por ejemplo: Abajo la dictadura.
Pudiera llenar 100 páginas escribiendo los absurdos del planeta Castro, pero no es necesario. Con ver la barriga de Marrero, la mirada perdida de Lazo y los zapatos de la Machi, las Cristach de Sandro Castro y el paraíso en el noticiero, entonces te das cuenta de que estás viviendo en un país meme.
A día de hoy, solo nos salva una cosa. Con todo respeto de los sensibles: que Marco Rubio le hable al oído a Donal Trump y le proponga usar unos avioncitos contra varios puntos estratégicos de la ex Plaza Cívica. Total.