El Manchester City impone su ley y avanza firme a octavos

Por Redacción Deportiva

Atlanta.- Con una solvencia táctica y control absoluto del juego, el Manchester City reafirmó su condición de favorito en el Mundial de Clubes 2025 al vencer 6-0 al Al Ain de Emiratos Árabes Unidos, en un duelo disputado en el Mercedes-Benz Stadium de Atlanta.

Este resultado le permitió conjunto inglés asegurar su clasificación a los octavos de final como primero de grupo, dejando a su rival al borde de la eliminación.

Desde el primer minuto, el guion fue uno solo: balón, presión y definición quirúrgica. Pep Guardiola, fiel a su ideario, alineó a varios suplentes respecto al duelo anterior, pero el patrón de juego no se resintió.

El noruego Erling Haaland volvió a comandar la ofensiva con un doblete, mientras que Mateo Kovačić y Jack Grealish completaron la goleada ante un rival que apenas logró cruzar el mediocampo con claridad.

El Al Ain, que había sido vapuleado 5-0 por la Juventus en la fecha inaugural, volvió a naufragar en una cita de alta exigencia. Pese a contar con nombres de peso como Rui Patrício bajo los tres palos y Alejandro Romero Gamarra en la creación, el equipo dirigido por Vladimir Ivić fue incapaz de frenar el ciclón ciudadano, que no se relajó en ningún tramo del partido.

La superioridad del City fue tal que al descanso ya iban 3-0, con estadísticas demoledoras: 78 % de posesión, nueve remates al arco y apenas dos faltas cometidas. En la segunda mitad, Guardiola aprovechó para dar minutos a jóvenes como Rico Lewis y Oscar Bobb, mientras que la grada coreaba con entusiasmo cada toque y cada amague de Grealish, quien ofreció una de sus mejores versiones del año.

Con seis puntos de seis posibles el City avanza a la siguiente ronda con viento a favor y una moral en alza. Su próximo rival en octavos saldrá de los cruces entre segundos y terceros de otros grupos, pero antes enfrentará el próximo 26 de Junio a la Juventus en un partido por definir quién pasará primero en la llave.

Mientras tanto, Al Ain deberá conformarse con buscar una despedida digna en su último partido del grupo, sabiendo que la distancia entre el fútbol asiático y la élite europea no se mide solo en goles, sino en conceptos, en lectura de juego y, sobre todo, en la forma en que los equipos grandes hacen que todo parezca sencillo.